"Si todos los representantes de la oposición se retiran del campo político, las elecciones serán, obviamente, ilegítimas", piensa Boris Nemtsov, uno de los dirigentes de la Unión rusa de Fuerzas de Derecha. "El régimen tendrá que convocar nueva elecciones o explicarles a los ciudadanos de alguna manera qué es lo que ha hecho con el país. Ambas variantes me convienen", declaró Nemtsov al justificar su decisión de no presentarse como candidato.
"Estas elecciones no las reconoce ninguna nación democrática... El régimen ya está en una situación ilegal. Las elecciones parlamentarias fueron falsificadas, así que ahora, en el marco de la maratón presidencial, ellos avanzan por el mismo camino criminal. Es justamente lo que se necesita porque el régimen no respeta en absoluto la Constitución ni las leyes. No entiende un lenguaje normal, de modo que es necesario hablarle en un lenguaje de ultimátum", señaló Nemtsov.
El miércoles, Nemtsov recomendó a dos pretendientes a la presidencia de Rusia - el comunista Guennadi Ziugánov y el representante de la oposición liberal Mijaíl Kasiánov - a boicotear las elecciones a menos que el Kremlin coloque en condiciones iguales al candidato oficialista Dmitri Medvédev y a los políticos opositores. "Ziugánov y Kasiánov tienen una oportunidad singular para reencauzar al régimen hacia el marco legal", afirmó Nemtsov.