Moscú, 30 de junio, RIA Novosti. Por Alena Revina. En víspera de la cumbre de las dos potencias del mundo (Rusia y los EEUU), programada para el 1 y 2 de julio del presente año, ayer se llevó a cabo la conferencia de prensa vía satélite entre Moscú y Nueva York. En ésta participaron varios expertos de ambos países.
La conferencia tomó un aire polémico dónde célebres figuras de relaciones internacionales intercambiaron opiniones, en ocasiones en forma muy tensa y sin llegar a un compromiso. Hay que resaltar también que todos los participantes de la citada conferencia hablaron en un inglés con mucha soltura, sin traducción alguna.
Al parecer el mundo, en el que ya tuvo inicio el proceso de la globalización, tiene contradicciones muy claras y evidentes. Por un lado hablamos de la integridad territorial que implica la consolidación del territorio de un Estado y el mantenimiento de la autoridad suprema. Pero por otro, según el principio fundamental del Derecho Internacional se tiene que cada pueblo ostenta el derecho a decidir sus propias formas de gobierno, determinar su desarrollo económico, social y cultural. Esto tiene por denominación "Derecho de autodeterminación". ¿Que elegimos entonces?
Al escuchar las opiniones de los politólogos en la conferencia sobre el problema concerniente al estatus de Kosovo, llegué a la conclusión que ambos países pueden ser clasificados según la contradicción antes mencionada. Podemos decir que los EEUU, país que apoya la independencia de la provincia autónoma de Serbia, no piensan en las consecuencias con las que el mundo podría enfrentarse. Es algo así como que sí alguien estuviera desenrollando un ovillo de hilo. "Imaginémonos que Kosovo consiga su independencia... ¿Qué va a pasar entonces con Alto Karabaj? ¿Cómo se resolverá el conflicto entre Georgia y Abjasia, Georgia y Osetia del Sur? ¿Qué medidas se tomarán con respecto a Transnistria y Chechenia?" -son preguntas que formuló el politólogo ruso V. Nikonov a sus colegas norteamericanos. Pero ¿dónde están las respuestas? Nadie lo sabe.
Por su parte Rusia está segura de que si Kosovo llegue a conseguir su independencia, nos podemos olvidar de la integridad territorial como un principio del Derecho Internacional, porque los territorios pequeños se apartarán de los principales. Y no sólo se trata de lo que respecta a los intereses geopolíticos de Rusia -lo mismo que podemos observar en otras partes del mundo, por ejemplo el violento conflicto del País Vasco en España; el conflicto entre Escocia e Inglaterra muy resonado a nivel mundial, etc.
Es evidente que todos los conflictos no pueden ser resueltos de igual manera, no los podemos reducir a un común denominador, porque no existe fórmula universal en las relaciones intencionales. Claro que hay que hacer un análisis bastante profundo para tomar una decisión adecuada. Esperemos que lo hagan los líderes de los dos países en la ciudad de Kennebankport (Estado de Men, EEUU), donde se celebrará la cita cumbre.
"La desconfianza mutua aumenta en cuanto a las relaciones entre Rusia y los EEUU. Lo mismo podemos decir de la retórica y acusaciones mutuas" -dice el politólogo ruso S. Rogov. Algunos expertos creen que Putin últimamente habla de una manera muy brusca y probablemente agresiva, pero ello significa que él intenta recuperar la influencia de su país en la arena internacional al poner en claro que Rusia está presente, ha vuelto, y que ya se puede hablar de ella como de un país democrático y estable.
