Nueva York, 27 de marzo, RIA Novosti. El programa nuclear de Teherán, que pone el peligro el régimen de no proliferación nuclear, acentúa las discrepancias entre Rusia e Irán en el tema de la construcción de la planta atómica de Bushire, sostiene el vicepresidente del Consejo Americano de Relaciones Exteriores, Gary Samore.
A su juicio, Moscú no se apresura a suministrar a Teherán el combustible nuclear contratado porque éste también podría utilizarse en programas militares.
"Cualesquiera que sean los factores que originen nuevos problemas en torno a Bushire, es evidente que Rusia teme que Irán utilice el uranio suministrado en sus programas militares", dijo Gary Samore a RIA Novosti.