Moscú, 21 de marzo, RIA Novosti. La Comunidad de Estados Independientes (CEI) formada por países postsoviéticos en 1991 no ha podido convertirse en una alianza política, ni tampoco en una organización eficiente, admite Sergei Lavrov, ministro de Exteriores ruso.
Este resultado, según él, es atribuible al hecho de que algunos Estados rechazan ‘los principios supranacionales'. Ucrania y Turkmenia, por ejemplo, no han firmado los Estatutos comunitarios, y esta última, además, ha optado por la condición de miembro asociado.
Al mismo tiempo, Lavrov reconoce que la CEI ha contribuido a la solución de una serie de problemas muy complicados a raíz de la desintegración de la URSS, y que a día de hoy, funcionando como plaza singular y conveniente para el diálogo, garantiza la seguridad y la estabilidad en Eurasia. En un futuro previsible, la CEI no podrá ser sustituida por formatos alternativos o socios externos, piensa el titular de Exteriores ruso.
Rusia necesita estar rodeada de países amistosos, ha señalado Lavrov en su intervención del miércoles ante la Cámara baja del Parlamento ruso.
En estos últimos años, ha incrementado notablemente la presencia de fuerzas externas en el marco comunitario, opina el ministro. ‘Hay quienes procuran imponerle a Rusia cierto antagonismo viscoso en este espacio, cuando no la confrontación en pleno sentido de la palabra' - observa él. Rusia no se dejará provocar, según Lavrov, e intenta construir con otros miembros de la CEI unas relaciones transparentes, inteligibles y que se basan en criterios del pragmatismo económico.
