Moscú, 2 de febrero, RIA Novosti. La nieve de tonalidad amarilla y naranja que ha caído en las provincias rusas de Omsk, Tomsk y Tiumen no implica un peligro para la salud humana, afirman los expertos del Instituto nacional de meteorología.
En la actualidad, se están examinando varias muestras de esa nieve insólita de origen desconocido. Un análisis preliminar ha demostrado la presencia de sustancias que contienen nitrógeno pero su concentración, a pesar de que supera tres o cuatro veces el nivel máximo admisible, no es peligrosa para la población.
Las regiones de Omsk y Tiumen se encuentran en la frontera con Kazajstán, cerca de las zonas sobrevoladas por cohetes que se lanzan desde el cosmódromo de Baikonur, pero el portavoz de la agencia espacial rusa, Igor Panarin, afirma que no ha habido lanzamientos algunos desde el pasado 18 de enero, por lo cual parece descartable que este fenómeno insólito tenga algo que ver con los programas espaciales de Rusia.
Un funcionario del MChS, departamento nacional de protección civil, recuerda que en invierno de 2000 y 2002 hubo casos similares en la zona de Altay. En aquellas fechas, la nieve tenía manchas amarillas y azules que, según se supo más tarde, eran consecuencia de un escape de productos de combustión en la planta metalúrgica de Ust-Kamenogorsk, en Kazajstán, donde había fallado un sistema de separación del polvo.