¿Qué motivos le movían a Polonia que bloqueó el inicio de las negociaciones de la Comisión Europea con Rusia sobre el nuevo acuerdo de cooperación y asociación?
Alexander Rahr, experto en problemas de Rusia en el Consejo alemán de política exterior: La causa fundamental del paso dado por Varsovia fue el deseo de hacer alarde de su propia postura respecto a Rusia dentro de la Unión Europea. Lo más peligroso es que si el acuerdo de cooperación y asociación no es prorrogado, Rusia y la UE se verán obligadas a redactarlo de nuevo. Esto significa que los parlamentos de todos los países miembros de la UE tendrán que ratificarlo, y este proceso podría dilatarse por muchos años.
Tras la ampliación de la Unión Europea, los países que la integran discrepan con cada vez mayor frecuencia sobre el factor ruso. Países con buena antigüedad, tales como Alemania y Francia, se pronuncian por la cooperación estratégica con Rusia. Pero algunos miembros nuevos, que se consideran víctimas de la ocupación soviética, ahora desean vengarse de Moscú por su pasado histórico.
El objetivo fundamental que persiguen países de Europa del Este consiste en aislar a Rusia, empujarla hacia China, renunciar a la cooperación ruso-europea. Polonia ya ahora pretende renunciar a la alianza energética. Las autoridades de Varsovia opinan que la UE puede hacer parar la construcción del gasoducto noreuropeo Nord Stream, proyecto conjunto ruso-alemán.
Rusia diseña y aplica una política bastante acertada y la única provechosa respecto a la Unión Europea. Vladimir Putin cada vez menos habla con la UE en su conjunto, prefiriendo dialogar con los países prestos a la más estrecha cooperación con Rusia: Alemania, Francia, Italia, República Checa, Hungría.
Para afianzar el éxito, el primer mandatario ruso podría tenderles la mano de cooperación a los países bálticos y visitarlos siquiera una vez para afianzar allí las posiciones de Rusia y granjearse mayor confianza.
Vladimir Chizhov, embajador de Rusia ante la UE: Se trata no tanto del chantaje respecto a Rusia sino más bien del chantaje respecto a los demás 24 miembros de la Unión Europea. No vemos motivos para promover iniciativas algunas. Es la Unión Europea la que debe llamar al orden a uno de sus miembros.
A raíz de su ampliación en 2004, la UE pasó a ser un socio difícil de tratar. A decir verdad, jamás había sido un socio fácil de tratar para nadie: ni para Rusia, EE.UU., Japón, China u otros países. Lamentablemente, algunos miembros nuevos trajeron a la Unión Europea sus problemas internos, así como dolores fantasma, agravios y recuerdos del pasado, relacionados con el período soviético o con el del Imperio Ruso del siglo XIX.