En la lista anual de países más cómodos para la vida, confeccionada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Rusia se sitúa en el 65º lugar de los 177. En comparación con el año pasado, Rusia ha descendido en tres posiciones, situándose después de Cuba y Mauricio. Aunque los indicadores económicos mejoran de año en año, los expertos independientes no creen que en los próximos años Rusia pueda ocupar un lugar más digno.
"Vamos a estar dentro de la séptima decena mientras no se modernicen los mecanismos institucionales en los ámbitos social y económico - sostiene Sergei Smirnov, director del Instituto de Política Social y Programas Socioeconómicos subalterno de la Escuela Superior de Economía-. Es cierto, los ingresos de la población no dejan de crecer, pero al mismo tiempo crecen inconmensurablemente los precios de los servicios médicos, del sector recreativo, mientras en otros países, en que el nivel de vida es más alto que en Rusia, los precios de estos servicios, por el contrario, disminuyen".
En opinión del experto, mientras hasta el 40% del PIB y de los ingresos de la población no sean transparentes, en Rusia será problemático elevar el nivel de la protección social.
Iosif Diskin, copresidente del Centro de Estrategia Nacional, explica las causas del retraso de Rusia con un nivel de mortalidad patológicamente alto. "Sobre todo esto concierne a los hombres en la edad de 35 a 50 añnos -sostiene-. Las causas fundamentales de la horrible mortandad entre ellos son el traumatismo laboral, los accidentes de tráfico y el amenazante número de suicidios". Si no fuera por estos factores, Rusia, en opinión del experto, dentro de dos ó tres años podría ocupar el 50º lugar y dentro unos diez, el 35º. "Los indicadores económicos bien permiten conseguirlo", se muestra seguro Diskin.
Ello no obstante, el economista de la compañía de inversiones Troika Dialog, Eugenio Gavrilenkov, señala que este año último, Rusia ha ocupado las posiciones menos prestigiosas de hecho en todos los raitings, trátese del grado de la libertad económico o del nivel de la corrupción. Y en caso concreto sus resultados fueron peores que los de hace un año. "Incluso en el rating ecológico, las ciudades rusas fueron reconocidas como unas de las más desaseadas", afirma el economista. Al propio tiempo, Gavrilenkov no cree que la publicación de un rating de turno pueda influir seriamente en la imagen de Rusia o en su atractivo como país en que invertir. "Rating se limita a dejar constancia de los hechos ya conocidos", resume el economista.
