El 1 de enero se venció el plazo del convenio que la Corporación Nacional de Reservas (CNR) firmó con la BOEING sobre la construcción de 22 aparatos del modelo 787 de ésta para AEROFLOT.
La semana pasada, BOEING le devolvió a la CNR el anticipo de 40 millones de dólares, porque ésta, siendo la principal accionista de AEROFLOT, desde 2005 no supo elegir entre los Boeing 787 y los A350, ambos de gran autonomía de vuelo.
En septiembre pasado, el consejo de directivos de la CNR por enésima vez pospuso la toma de la respectiva decisión, porque el Gobierno de Rusia no les dio directriz de cómo votar a sus representantes (el 51,7% de la acciones de la compañía son propiedad del Estado).
Según el copresidente de la CNR, Alexander Lebedev, se estudian seis variantes de la demanda judicial que se prevé dirigirle al Gobierno por incumplir sus deberes de accionista. Estamos analizando cómo lograr que el Estado se convierta en un propietario más eficaz y cumpla sus obligaciones de accionista mayoritario, dice Lebedev.
Según el dirigente del servicio analítico AVIAPORT, Oleg Panteleev, el Estado intenta inclinar AEROFLOT a adquirir aparatos de Airbus, esperando establecer cooperación entre la Corporación Unificada de Construcción de Aeronaves y la EADS europea, más del 5% de las acciones de la cual fueron adquiridas hace poco por VNESHTORGBANK de Rusia.
Tal proceder del Estado contradice los intereses de AEROFLOT. La compañía va a necesitar aparatos de gran autonomía de vuelo ya al comienzo del próximo decenio. El A 350 aparecerá en el mercado más tarde que el Boeing 787. Pero la adquisición de éste último ahora se aplaza. Si AEROFLOT no logra comprarlos directamente en BOEING, puede intentar hacerlo vía una compañía de leasing, pero tendrá que pagar un precio más elevado, porque la demanda es mucha, dice Panteleev.
