El Gobierno ruso se ha propuesto recrudecer el control en materia de armas pequeñas y ligeras exportadas a otros países. En adelante, los funcionarios rusos podrán exigir a un cliente la información sobre el estado de las armas compradas y realizar inspecciones en el terreno. Los expertos atribuyen esta decisión a las denuncias formuladas por Israel contra Siria, de que haya traspasado misiles anticarro de fabricación rusa a Hezbollah.
Las nuevas medidas de control se extienden a las armas de tiro, incluidas las ametralladoras, lanzagranadas y lanzamisiles antiaéreos o anticarro portátiles. Cualquier contrato sobre la exportación del armamento deberá incluir una cláusula especial sobre los mecanismos de control, a excepción de casos especiales, cuando el suministro es realizado en aras de los intereses nacionales de Rusia en materia político-militar o económica.
Konstantin Makienko, del Centro de análisis de estrategias y tecnologías, considera que el Gobierno ruso reacciona de esta forma a las quejas israelíes, de que Siria le había traspasado a Hezbollah los misiles anticarro Cornet que en verano pasado fueron usados en Líbano contra los tanques israelíes. El ministro de Defensa ruso, Sergei Ivanov, también denunció el otro día que los nuevos países miembros de la OTAN - en alusión a Bulgaria y República Checa - le proporcionan a Georgia el antiguo armamento soviético, a pesar de que no tienen derecho a la reexportación. El recrudecimiento del control, en opinión de Makienko, debería demostrar que Moscú está decidido a impedir la transferencia de tales armas a países inamistosos.
Una fuente próxima a Rosoboronexport, entidad que coordina la venta del armamento ruso en el exterior, opina entretanto que el destinatario principal del nuevo documento es EE.UU. ‘A lo largo de este último año, la parte norteamericana ha ido planteando la necesidad de reforzar el control sobre la exportación de las armas pequeñas y ligeras (APL), puesto que implican la mayor amenaza para sus tropas de ocupación en Afganistán e Irak' - señala esta fuente.
En todo caso, la nueva medida será beneficiosa para la imagen de Rusia, constata Maxim Piadushkin, experto en temas de la no proliferación de APL. Se está desarrollando una intensa campaña internacional contra el tráfico ilícito de APL, similar a la que fue organizada en los años 90 para la proscripción de las minas antinfantería, y sería inapropiado estar al margen de esa tendencia.
Las armas pequeñas y ligeras representan un porcentaje insignificante en el volumen de la exportación rusa de material bélico. En términos de valor, son alrededor de cien millones de dólares anuales.
