Rusia ha encontrado un nuevo instrumento para ejercer presiones sobre los participantes en el proyecto "Sakhalin-2". Hoy comienza la inspección integral del proyecto. Una vez terminada, a la operadora Sakhalin Energy se le podrían presentar serias pretensiones fiscales. Funcionarios aseveran que el agravamiento de la situación en torno a "Sakhalin-2" se debe al crecimiento de los insumos relacionados con el proyecto y prometen no ahorrar energías por elevar su atractivo financiero para el Estado.
Una fuente que conoce la situación afirma que "se trata de centenares de millones de dólares".
Un alto cargo del Ministerio de Desarrollo Económico y Comercio ha precisado que la situación en torno a "Sakhalin-2" se agravó debido al aumento en el 22% de los insumos relacionados con la ejecución del proyecto.
Una fuente en el Gabinete de la Presidencia ha confirmado que al Kremlin le preocupa antes que nada la eficacia económica del proyecto para el Estado.
