Damasco, 24 de agosto, RIA Novosti. El despliegue de las fuerzas multinacionales en la frontera entre Líbano y Siria podría provocar la enemistad entre ambos países, sostiene Bachar Al-Asad.
La presencia de cascos azules en esta línea fronteriza - una de las demandas formuladas por Israel - supondría ‘quitarle a Líbano la soberanía y demostrar una postura hostil', declaró el presidente de Siria a una cadena de televisión árabe. Al-Asad llamó al Gobierno libanés a que asuma mayores responsabilidades y deje de apoyar acciones que son capaces de provocar un deterioro de las relaciones entre Beirut y Damasco.
Comentando el contencioso de las granjas de Shebaa, en la frontera entre Líbano, Siria e Israel, Al-Asad puntualizó que será imposible proceder a la demarcación de la línea sirio-israelí en esta zona previamente a la retirada de las tropas israelíes.
La reciente victoria de Hezbolá en el sur de Líbano, en su opinión, ‘ha sido suficiente para darle una lección a Israel y abortar el bloqueo contra Siria'. Quienes se empeñan en aislar a Siria, se colocan al margen de la solución de los problemas más importantes, observó Al-Asad.
Todavía existe una oportunidad de establecer la paz en el Oriente Próximo, considera el presidente de Siria, pero ‘esta ventana podría cerrarse en cuestión de semanas y meses', y la generación actual es la última que aboga por una solución política del problema.
El ministro de Exteriores sirio, Walid Muallem, también manifestó ayer el enérgico rechazo de Damasco a la presencia de los cascos azules en la frontera sirio-libanesa. Siria va a cerrar del todo esta frontera en caso de que lleguen las fuerzas de la ONU, advirtió Muallem en Helsinki, durante una reunión con el canciller finlandés Erkki Tuomioja.
