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¿QUÉ ES LO QUE LE DIJERON AL PRESIDENTE DE IRÁN EN SHANGAI?

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Piotr Goncharov, RIA Novosti. En la reciente cumbre de la OCSh el problema nuclear iraní no figuró en la agenda, pero tampoco pudo por menos ser objeto de discusiones.

Piotr Goncharov, RIA Novosti. En la reciente cumbre de la OCSh el problema nuclear iraní no figuró en la agenda, pero tampoco pudo por menos ser objeto de discusiones.

Estaba claro que Rusia y China, lo mismo que los demás países miembros de la OCSh, no silenciarían este problema. Irán aspira a ingresar en la OCSh, pero sin resolver el problema en cuestión será muy difícil tramitar su ingreso.

Al presidente iraní quien asistió a las labores de la cumbre en calidad de observador se le sugirió aceptar las ofertas del “sexteto”, o sea, de los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania. Se trata de las ofertas a las que de momento Teherán no da respuesta alguna, pero esta vez, las autoridades iraníes han insinuado que las ofertas en cuestión contienen algunos elementos positivos.

Al reunirse con el mandatario iraní, Mahmud Ahmadineyad, el líder ruso Vladimir Putin de hecho volvió a formular la postura de Rusia al anunciar que “todos los países del mundo, incluyendo Irán, están en el derecho a utilizar altas tecnologías para el bien de su desarrollo, pero al hacerlo deberán eliminar cualesquiera preocupaciones de la comunidad mundial relacionadas con la no proliferación de armas de destrucción masiva”. Al proponerle a Ahmadineyad discutir en este contexto las ofertas de los seis países encaminadas a normalizar la situación en torno al programa nuclear de Irán, Putin hizo recordar asimismo la propuesta rusa de instituir empresa mixta de enriquecimiento de uranio, así como la iniciativa global de crear toda una red de centros internacionales análogos.

Una postura idéntica la adopta China cuyo mandatario expresó en Shangai la esperanza de que Irán “acogería positivamente las ofertas del ‘sexteto’”.

A Teherán no le queda demasiado tiempo para reflexionar. Por ejemplo, se le sugiere decretar la moratoria sobre el enriquecimiento de uranio hasta que la AIEA realice una minuciosa verificación y elimine todas las inquietudes al respecto.

¿Aceptarán las autoridades de Teherán el paquete de incentivos que al mismo tiempo supone determinadas limitaciones o volverá a declarar a nivel cumbre, como ya lo ha hecho en reiteradas ocasiones, que “no se propone discutir sus derechos inalienables” sepultando de esta manera la incipiente esperanza de que se reanuden las negociaciones? Según comunican los medios de comunicación social, EE.UU. ya anda buscando plazas en Europa para instalar misiles destinados a interceptar misiles iraníes, mientras el primer ministro de Israel dio a entender que su país no toleraría que Irán se haga con armas nucleares, sin aclarar, no obstante, cómo pensaba impedirlo.

Al propio tiempo, últimamente, al defender su derecho a enriquecer uranio, Teherán dio muestras de una decisión realmente ostensible. En el informe sobre Irán preparado por Muhammed Al-Baradei, Director General de la AIEA, para los administradores de esta agencia, se dice que Irán ha vuelto a enriquecer uranio, cargando uranio en la cascada de 164 centrífugas justamente el 6 de junio, día en que le fueron entregadas las propuestas del “sexteto”.

Desde luego que puede tratarse de una merca coincidencia, y pecaríamos de exagerados al atribuir demasiada importancia a este hecho. Pero tampoco podemos dejar de reparar en que la decisión de reanudar el enriquecimiento de uranio es, en primer término, una respuesta a una exigencia rígida en extremo presentada por Washington. EE.UU. se sentará a negociar con Irán siempre y cuando este país “cese todos los trabajos” de enriquecimiento de uranio, manifestó la secretario de Estado, Condoleezza Rice, en vísperas de la visita a Teherán de Javier Solana, Alto representante para la Política Exterior y de Seguridad de la UE.

Le respondió el periodista iraní Parviz Ismaeli al publicar en el periódico capitalino Teheran Times el artículo “La diplomacia es una empresa delicada”. Dicho periódico se edita en inglés y está destinado al mundo exterior. “Pese a algunas afirmaciones que no se dejan de oír, la República Islámica no va rechazar de entrada el paquete de fórmulas de compromiso”, expresó Ismaeli.

El articulista conocido en Irán por sus buenos contactos con altos cargos oficiales, explica las declaraciones a menudo contradictorias de los dirigentes iraníes con su aspiración a “respetar al máximo los intereses nacionales” al tratar con otros países. Es decir, lo más probable es que el ostensible paso dado por Irán busque el objetivo de hacer valer su derecho a enriquecer uranio para el período que la AIEA inspecciones las instalaciones nucleares iraníes o, por lo menos, aceptar una plena moratoria sobre todos los trabajos con uranio a condición de que se indiquen (¡y se observen!) los plazos estrictamente definidos.

En el fondo, esta última variante es bien factible. Los máximos dignatarios de Rusia y de China que conversaron en Shangai con su homólogo iraní, igual como el propio Director General de la AIEA, en reiteradas ocasiones plantearon que, desde luego, sería posible otorgarle a Irán la posibilidad de enriquecer uranio con fines científicos para el período de inspección de sus instalaciones nucleares que debería dejar bien claro si el programa nuclear iraní tiene o no proyección militar. De modo que hay fuerzas dispuestas a cabildear esta variante de solución del problema tanto en el Consejo de Seguridad de la ONU como en el marco del “sexteto”. Otra cosa es la consecuencia en el comportamiento de los propios dirigentes iraníes.

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