"Fue detonado un puente al paso del tren en el que viajaban 388 pasajeros", declaró Bogomaz al canal de televisión Rossia 24.
Se trata de la primera mención directa a un posible atentado terrorista. Hasta ahora, las autoridades ferroviarias habían hablado con eufemismo de una "interferencia ilegal en las operaciones de transporte".
Al menos siete personas murieron y 66 sufrieron lesiones al descarrilar este tren que viajaba de la localidad de Klímov a Moscú. Según el gobernador, son 47 las personas que fueron hospitalizadas. Tres heridos, entre ellos un niño, están en estado crítico.
Las autoridades de Briansk habilitaron un centro de acogida en el que hallaron refugio provisional 250 personas, los demás pasajeros del tren descarrilado se alojaron en casas de parientes.
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