"Este es un mensaje claro para el régimen sirio. No permitiremos el envío de fuerzas al sur de Damasco", dijeron el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el ministro de Defensa, Israel Katz, en una declaración conjunta, que fue retomada por los medios locales.
Asimismo, tanto Netanyahu como Katz señalaron que la operación supuestamente fue también para evitar actos contra la comunidad drusa.
Por otra parte, las autoridades israelíes destacaron que el ataque no estaba dirigido a un objetivo militar específico, sino más bien a una especie de "área territorial" cerca del palacio presidencial.
Desde la caída del Gobierno de Bashar Asad en Siria en diciembre de 2024, las tropas israelíes han invadido paulatinamente varias partes de los Altos del Golán, un hecho que incluso las Naciones Unidas han condenado.
Ante el avance de las fuerzas del Estado hebreo en la nación árabe, el nuevo dirigente sirio, Ahmed Sharaa, advirtió en enero de este año que Israel "está utilizando pretextos para avanzar en las regiones sirias y en la zona de contención".
A la par, la ofensiva de Israel contra Palestina continúa. De acuerdo con el Ministerio de Salud de Gaza, la cifra de personas fallecidas en el enclave supera las 51.000, mientras que 116.869 han resultado heridas.
Mientras tanto, la ayuda para la población en esa región se está acabando. Recientemente, el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (WFP, por sus siglas en inglés) informó que se agotaron las reservas de comida que tenían para la gente afectada.
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