Hace casi 60 años, la capital mexicana se convirtió en el epicentro de la firma del Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe, un acuerdo cuya vigencia depende del trabajo constante de las naciones signatarias.
En exclusiva con Sputnik, el filósofo y curador de arte Roberto Barajas, consideró que este documento no debe analizarse solo como una efeméride o acontecimiento histórico, sino como un instrumento clave para que la desnuclearización siga funcionando.
"Las negociaciones, la continuidad y la vigencia de estos documentos son un trabajo permanente. De ahí que la existencia del OPANAL (Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe) tenga una función muy importante dentro de estos objetivos", para vigilar que se cumplan los compromisos alrededor de mantener a la región como un centro que construye paz.