"No queremos pelearnos con nadie, queremos encontrar una solución pacífica. Pero si no la encontramos, vamos a tener que tomar una actitud más drástica. Porque lo que interesa es llevar comida barata a la mesa del brasileño", dijo Lula en un acto con pequeños agricultores en Campo do Meio, en el estado de Minas Gerais, al sureste de Brasil.
Lula no precisó qué tipo de medidas está analizando, pero criticó la actuación de posibles intermediarios entre productores y consumidores, que podrían estar provocando el alza de precios.
"Vamos a descubrir quién es el responsable", advirtió.
El 6 de marzo, el Gobierno de Brasil anunció varias medidas para reducir el coste de los alimentos, como la exención de aranceles a productos básicos importados como café, azúcar, maíz, aceite de oliva o carnes.
La inflación de los alimentos es uno de los principales problemas a los que se enfrenta actualmente el Gobierno brasileño y, según varias encuestas locales, uno de los principales factores que explica la caída de popularidad de Lula en los últimos meses.
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