"Después de que el presidente, Yoon Suk Yeol, fuera detenido en la madrugada del 19 de enero acusado de liderar un motín, sus partidarios entraron en el Tribunal del Distrito Occidental de Seúl y se amotinaron", comunicó el medio.
Según la agencia, la multitud venció la resistencia de la Policía y entró en el territorio del tribunal, mientras algunos partidarios del presidente trepaban por la valla. Los intrusos empezaron a romper ventanas y consiguieron entrar en el edificio, donde también destrozaron cristales y muebles. La nota añadió que los vándalos arrojaron sillas de plástico a los agentes de la policía, les quitaron los escudos y los garrotes de goma y los utilizaron contra los propios policías.
Al mismo tiempo, otros partidarios del presidente surcoreano intentaron calmar a sus compañeros.
Más tarde, la Policía comenzó a efectuar detenciones, pidiendo a quienes permanecían en el edificio que lo abandonaran inmediatamente y a quienes se encontraban frente al tribunal que se dispersaran.
El pasado 3 de diciembre, Yoon decretó la ley marcial en Corea del Sur para evitar ser destituido y acusó a la oposición de simpatizar con Corea del Norte, una afirmación que las fuerzas opositoras tacharon de "ridícula".
Yoon cerró el Parlamento, prohibió las actividades de los partidos políticos y puso los medios de comunicación bajo control de los militares.
Posteriormente, la mayoría de los diputados lograron entrar en la Asamblea Nacional y votaron a favor del levantamiento de la ley marcial, decisión que Yoon tuvo que aceptar.
El 14 de diciembre, la Asamblea Nacional apoyó la destitución de Yoon con 204 votos a favor y 85 en contra. El primer ministro de Corea del Sur, Han Duck Soo, se convirtió en el presidente interino del país, pero también se enfrentó a un juicio político a finales de diciembre.
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