"En cuanto al acuerdo entre Ucrania y el Reino Unido, lo consideramos insignificante", expuso María Zajárova en un comunicado.
Para la diplomática, bajo el nuevo tratado se vislumbra el prolongado deseo de Londres de consolidarse en los mares de Azov y Negro.
Zajárova advirtió que "ni Ucrania ni el Reino Unido tienen espacio para cooperar en el mar de Azov", que se convirtió en un mar interior de Rusia tras la incorporación de cuatro nuevos territorios en septiembre de 2022.
"Cualquier reclamo sobre este espacio acuoso es una injerencia flagrante en los asuntos internos de nuestro país y será reprimido severamente", aseguró.
El 16 de enero, el primer ministro británico, Keir Starmer, y Volodímir Zelenski suscribieron en Kiev el mencionado acuerdo que abarca ámbitos como defensa, comercio, energía y salud, entre otros. Más aún, el documento abre la puerta al despliegue de bases militares británicas en Ucrania, algo que Londres ya está estudiando, según avanzó el Gobierno del Reino Unido.
El Kremlin, por su parte, se mostró preocupado por el potencial acercamiento de la infraestructura bélica del Reino Unido a las fronteras rusas, teniendo en cuenta que se trata de un miembro de la OTAN.
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