"Estamos totalmente preparados para la posibilidad de nuevos ataques por parte de Israel. Espero que Israel se abstenga de llevar a cabo acciones tan imprudentes, ya que esto podría conducir a una guerra a gran escala", advirtió.
Agregó que espera que al final "prevalecerá la razón" y se evitarán acciones que podrían tener graves consecuencias, haciendo hincapié en el compromiso de Irán de colaborar con los aliados regionales e internacionales, incluida China, para aliviar las tensiones y buscar la paz.
El 26 de octubre, Israel atacó con misiles varias instalaciones militares iraníes, causando la muerte de cuatro soldados del país. Tras el ataque, Irán declaró que se consideraba autorizado a responder a la "agresión israelí" e invocó el derecho a la defensa legítima refrendado en el artículo 51 de la Carta de la ONU.
El bombardeo israelí se produjo después de que el 1 de octubre Irán llevara a cabo una operación de represalia contra el país hebreo por el asesinato del dirigente político del movimiento palestino Hamás, Ismaíl Haniyá, a finales de julio en Teherán.