"Cronista fotográfico de la vida del Ministerio de Asuntos Exteriores, participante de miles de grandes acontecimientos internacionales en todo el mundo. El autor de fotografías icónicas que revelan los secretos de la diplomacia mundial", recordó Zajárova.
Señaló que Pésov "era conocido en todos los continentes y querido por su inagotable energía, su poder de creatividad vital, no indiferente".
"Solía decir: 'Yo soy fotógrafo, ustedes diplomáticos'". Y al mismo tiempo, sus propias obras se convertían en actores de las relaciones internacionales, generando desde tormentas de emociones hasta notas de protesta", expresó la vocera rusa.
"La estrella más brillante, una persona poderosísima, una vida [la de Pésov, que es] increíble", destacó.
Eduard Pésov comenzó a trabajar en la Agencia de Prensa Novosti (APN, en ruso) en la década de 1960.
Sus viajes de negocios se realizaban por todo el mundo. Pésov cruzó la línea ecuatorial seis veces, viajó por casi todo EEUU, visitó los rincones más remotos de la URSS, desde la isla de Bering hasta la ciudad turkmena de Serhetabat (entonces Kushka).