Mientras Argentina enfrenta una alta inflación de 166% interanual y un bajo poder adquisitivo, muchas personas ven en las compras transfronterizas una forma de estirar sus presupuestos para las fiestas de fin de año.
Uno de los cruces fronterizos, desde la provincia argentina de Mendoza, ha experimentado largas filas de autos, autobuses y hasta personas que ingresan a pie.
El auge de las compras está impulsado por la devaluación de la moneda argentina, lo que ha hecho que los productos chilenos sean significativamente más asequibles.
13 de diciembre 2024, 02:09 GMT
De acuerdo con información recogida por la agencia Ruptly, un smartphone, que cuesta más de 300.000 pesos argentinos, podría adquirirse en Chile por menos de 150.000 de la misma divisa.
Ya que el tipo de cambio favorece a los compradores argentinos, muchos también van a Chile a comprar productos, para revenderlos en Argentina y generar ganancias.
La Cámara Nacional de Comercio de Chile precisó que el número de argentinos que llegan a ese país aumentó en un 40%, respecto al año pasado.
El incremento del consumo ha beneficiado al sector minorista de Chile, especialmente en ciudades como Santiago, Viña del Mar y Valparaíso.
Si bien los viajes de compras brindan alivio a los clientes, han generado preocupación en Argentina, donde las empresas locales luchan con la pérdida del gasto de los consumidores.
Las autoridades chilenas también han introducido nuevas regulaciones aduaneras para frenar el contrabando y la reventa, lo que limita el valor de las mercancías que los viajeros pueden traer de regreso, sin incurrir en impuestos.