"Ya en 2014 comenzó la era de las sanciones con esteroides contra Rusia. Con cada año siguiente, la dosis no ha hecho más que aumentar", y el gigante euroasiático acabó convirtiéndose en "el país más sancionado de la historia", recuerda Goncharoff.
Rusia pudo superar la presión de las sanciones con sencillos pasos, empezando por inversiones oportunas en autosuficiencia agrícola para reducir la dependencia de las importaciones, así como "estimulando la sustitución de importaciones esenciales de maquinaria y artículos tecnológicos", explica el observador.
En sus palabras, poco a poco, Moscú "se dio cuenta de que se podían establecer alianzas económicamente beneficiosas con países que en cierta medida se veían afectados por las restricciones de Occidente".
Goncharoff subraya que, con el tiempo, se dio prioridad al desarrollo de buenas relaciones económicas con los países BRICS, a la ampliación del grupo "y al uso de monedas soberanas fuera del dólar estadounidense y el euro", lo que indica "la necesidad y el deseo de muchos Gobiernos soberanos de salir de la esfera de influencia del G7 y sus sistemas de pago".
19 de diciembre 2024, 11:25 GMT
La estrategia de Rusia, sobre todo tras su exclusión del sistema bancario SWIFT en 2022, resultó acertada, opina el analista.
"Los ingresos del presupuesto estatal procedentes de las importaciones rusas cayeron en Occidente y aumentaron en Oriente en decenas de miles de millones de dólares. Las exportaciones rusas aumentaron en 31.000 millones de dólares después de que Occidente impusiera sus sanciones comerciales más duras desde 2022", continúa el analista.
En última instancia, Rusia pudo encontrar nuevos socios fuera del bloque occidental, enfatiza Goncharoff.
"Todos los bienes y servicios esenciales han sido sustituidos con éxito por los de fabricación rusa, o por (...) naciones amigas. El dólar estadounidense ya no se utiliza para liquidar los compromisos comerciales internacionales", declara el observador.
"La sustitución de importaciones, el comercio en divisas soberanas locales, los cambios en las infraestructuras, la reorientación del petróleo y el gas hacia el sur y el este globales, y la participación en el fortalecimiento y ampliación de los BRICS como nueva frontera económica se unen para haber formado una serie de decisiones estratégicas acertadas que continúan y cobran fuerza", concluye Goncharoff.
El presidente ruso, Vladímir Putin, durante su intervención en la línea directa y su gran rueda de prensa anual, comentó el estado de la economía rusa, proyectando un crecimiento del PIB del 2-2,5% en 2025.
"En general, la situación [económica] es estable y fiable", declaró el mandatario ruso.
La economía rusa creció cerca de un 8% en dos años, asegura el mandatario. El nivel de desempleo en Rusia está en un nivel históricamente bajo del 2,3%, constató el mandatario ruso.
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