Por primera vez en la historia del país, el jefe de Estado no es elegido por el pueblo, sino por un colegio electoral de 300 parlamentarios y diputados en la sede del Parlamento.
El único candidato es el exfutbolista y actual diputado Mijeil Kavelashvili, propuesto por el partido gobernante Sueño Georgiano. De los 300 delegados por el colegio electoral, el último está representado por 211 miembros.
En la primera vuelta ganará el candidato que reciba al menos 2/3 de los votos. De acuerdo con la portavoz de la Comisión Electoral Central del país, Natia Ioseliani, las elecciones presidenciales de Georgia ya se dan por válidas al haber participado ya más de la mitad de los 300 miembros del colegio electoral.
El 26 de octubre Georgia celebró los comicios parlamentarios. Según el escrutinio, el partido gobernante Sueño Georgiano, que se manifiesta a favor de mantener relaciones con Rusia y en contra de las sanciones antirrusas, lideró la votación, pero la oposición declaró que no reconocerá los resultados que anuncie la Comisión Electoral Central.
La presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, que presta ayuda a la oposición pro-europea —a pesar de que según la Constitución del país el presidente no debe tener partido— instó a organizar protestas con motivo de los resultados de los comicios y declaró anteriormente que no dimitiría de su cargo.
Las protestas se exacerbaron después de que el primer ministro de Georgia, Irakli Kobajidze, suspendiera, el 28 de noviembre, las negociaciones con la Unión Europea sobre el proceso de adhesión hasta 2028.
Los manifestantes arrojaron objetos contundentes y artefactos pirotécnicos a las fuerzas del orden que, a su vez, trataron de dispersar a la multitud con cañones de agua y gases lacrimógenos.
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2 de diciembre 2024, 12:12 GMT