En palabras del funcionario, Europa se ha comprometido a restablecer la competitividad de su economía en los próximos cinco años, pero esta tarea parece difícil, sobre todo si Donald Trump empieza a actuar según sus promesas de imponer aranceles a gran escala a todas las importaciones procedentes de la Unión Europea o romper los acuerdos comerciales.
Si Trump cumple sus promesas y cierra el mercado estadounidense a América Latina, Europa y China, el mayor mercado del mundo podría ser el de Europa. En este caso, prosigue, los europeos corren el riesgo de ser "inundados" con productos procedentes de China, lo que llevaría a una "situación de crisis económica a corto plazo". Como resultado, el continente se convertiría en "víctima colateral de una guerra comercial global".
Pero para evitar convertirse en "el destino de todo el exceso de capacidades productivas del mundo", Europa no debe actuar "a la defensiva, sino a la ofensiva", promoviendo sus intereses comerciales estratégicos y enviando "una señal firme a Estados Unidos", resalta Sejourne.
El político reconoció las tendencias negativas de la economía europea, perjudicada en las últimas semanas por los despidos en fabricantes de automóviles y siderúrgicos, así como por la quiebra del fabricante sueco de baterías eléctricas Northvolt, que fue aclamado como el "líder" de la transición ecológica del continente.
Sin embargo, prometió centrarse en sectores estratégicos como el acero, la automoción y la industria aeroespacial, así como en las tecnologías limpias.
"Queremos dar vida a una política industrial europea y a una doctrina económica, que hasta ahora no hemos tenido (...) Debemos decir: Europa es lo primero", manifestó.
Europa atraviesa una profunda crisis económica provocada, entre otras cosas, por su rechazo de los recursos energéticos de bajo costo de Rusia, de los que dependía en parte la competitividad de la industria europea.
La preocupación por el futuro de la economía europea se ha intensificado en las últimas semanas, cuando Donald Trump, que había prometido aumentar los aranceles a las importaciones europeas del actual 3-4% al 20% como parte de su apoyo a los productores nacionales, ganó las elecciones estadounidenses en noviembre.
Por ello, a pesar de los intentos de los políticos europeos por cambiar la situación, muchos economistas se muestran escépticos sobre el futuro de la economía europea, para la que, según el antiguo experto del FMI y actual profesor de la Universidad de Harvard Kenneth Rogoff, las previsiones para 2025 "siguen siendo mediocres".
Rogoff insta a Europa a prepararse muy seriamente para una guerra comercial con Estados Unidos tras la toma de posesión de Trump en enero de 2025 porque pensar que medidas simples (aumentar el déficit presupuestario o bajar los tipos de interés) pueden resolver los problemas de Europa es estar "alejado de la realidad".
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