La locura de Occidente aumenta
El canciller de Polonia, Radoslaw Sikorski, escribió en su cuenta de la red social X que Kiev "tiene derecho a defenderse", al indicar que de esta manera Washington responde a la presunta "entrada de tropas norcoreanas" en el conflicto.
En este contexto, parece que Alemania no quiere perder pie frente a su vecino eslavo. Así, el vicecanciller alemán y candidato por Los Verdes al cargo de canciller, Robert Habeck, declaró su intención de suministrar a Ucrania misiles de crucero Taurus si gana las elecciones. Al ser consultado si reconsideraría la decisión de Olaf Scholz de no suministrar este tipo de armas a Kiev, dijo: "La respuesta a esta pregunta es sí".
Pero Habeck no está solo en esta cruzada. Recientemente, el actual diputado Friedrich Merz, también candidato a canciller de Alemania, pero por la Unión Democrática Cristiana [CDU], quien además cuenta con mayores posibilidades de ganar los comicios, dijo que tenía intención de dar un ultimátum a Rusia: amenazó con suministrar misiles Taurus a Kiev en caso de que Moscú se niegue a abandonar territorio ucraniano en 24 horas.
También se expresó ante la decisión de Biden el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda: "¡Ha llegado este día! Ucrania ya puede atacar instalaciones militares rusas con misiles de largo alcance".
En este escenario, el ex primer ministro del Reino Unido Boris Johnson también saludó la decisión del inquilino de la Casa Blanca, al indicar que es "una gran noticia" que Biden haya dado permiso a Ucrania para usar misiles de largo alcance ATACMS contra territorio ruso y llamó a Francia y el Reino Unido a seguir su ejemplo y tomar la misma decisión.
Para el analista internacional Eduardo Luque, estas reacciones occidentales son absolutamente esperables. "Lo que está claro es que si se produjera una escalada, Europa sería abandonada inmediatamente por EEUU, país que podría sacrificar perfectamente al bloque comunitario en beneficio de sus propios intereses nacionales. Esa una de las fantasías de los grupos de poder de EEUU. Otra cosa es que esta se pueda transformar en una realidad. Un conflicto de alta escalada implicaría no solamente a Europa, sino también a EEUU".