"La imposición por Canadá de aranceles aduaneros elevados a los vehículos eléctricos chinos contradice el espíritu del libre comercio y no contribuye al desarrollo saludable de la cooperación comercial y económica entre los dos países", destacó Wang Yi, citado por la Cancillería de China.
El titular de la cartera agregó que Ottawa "debe cumplir adecuadamente las normas de la OMC [Organización Mundial del Comercio] y eliminar las medidas restrictivas discriminatorias contra los productos chinos". Asimismo, Wang expresó la esperanza de que Canadá considere el desarrollo de China de manera objetiva y racional, y haga más para promover las relaciones bilaterales.
A este respecto, el ministro destacó un intercambio de opiniones profundo y un progreso en las relaciones, logrado durante la visita de la canciller canadiense a China en julio pasado. Además, Wang señaló la esperanza de que Canadá sea consciente de la sensibilidad de la cuestión de Taiwán y respete sinceramente el principio de Una sola China.
A su vez, la ministra de Canadá aseguró que su país adhiere al principio de Una sola China y se esfuerza por desarrollar las relaciones con Pekín.
A finales de agosto, el primer ministro canadiense,
Justin Trudeau, anunció aranceles del
100% a los vehículos eléctricos y un
25% al acero y aluminio importados desde China a partir del 1 de octubre. Se supone que la medida permitirá convertir a Canadá en líder mundial del sector.
En lo que se refiere a la isla de Taiwán, los buques de la Armada de Canadá pasan periódicamente por el estrecho homónimo, provocando protestas de Pekín.
Los vínculos entre China y la isla de Taiwán se rompieron en 1949, después de que las fuerzas del partido nacionalista Kuomintang, encabezado por Chiang Kai-shek, sufrieran una derrota en la guerra civil contra el Partido Comunista y se trasladaran a ese archipiélago. Las relaciones se restablecieron solo a nivel empresarial e informal a finales de la década de 1980. La política fundamental de China respecto a Taiwán es la reunificación pacífica bajo el principio de Un país, dos sistemas.