Mensaje directo
En el evento, Putin afirmó que Rusia desarrolla una política exterior "constructiva". "Rusia participa activamente en la vida internacional. Sigue una política exterior constructiva que tiene en cuenta tanto nuestros intereses nacionales como las tendencias objetivas del desarrollo mundial. Así lo confirmó la reciente cumbre a gran escala de los BRICS en Kazán", zanjó.
Para el historiador y analista político Daniel Trujillo Sanz, con este mensaje de Putin "en primer lugar tenemos una constatación clara que es el falso dogma, que se rompe una vez más, del aislamiento internacional de Rusia, por si no había quedado demostrado en semanas pasadas con la reunión de los BRICS y otros actos internacionales". "Un dogma inventado por el Occidente colectivo, pero que no se corresponde con la realidad”.
En la ceremonia participaron diplomáticos de Canadá, Japón, Nueva Zelanda, Italia, España, Irlanda, Dinamarca, Bélgica, Países Bajos, Finlandia, Bosnia y Herzegovina, Albania, Malta, Israel, India, Myanmar, Burkina Faso, Malasia, Argentina, Kenia, Laos, Etiopía, Níger, Zimbabue, Bielorrusia, Kirguistán, Armenia y Azerbaiyán.
Entonces, llegó el momento ‘mensaje directo’. Putin se dirigió a los embajadores de países no amistosos y subrayó que Rusia no busca la confrontación. "Me gustaría creer que volverá a prevalecer una visión racional y equilibrada de la cooperación con Rusia. Quisiera expresar mi esperanza de que en el curso de su trabajo en Rusia, ustedes, honorables embajadores, contribuyan a una visión más objetiva e imparcial de nuestro país y sus políticas", concluyó.
En este sentido, el jefe del Kremlin reafirmó su disposición a negociar con Ucrania. Lamentó que "el rumbo hostil adoptado por varios Estados occidentales para intensificar y prolongar el conflicto ucraniano […] es profundamente erróneo”.
Trujillo Sanz que este mensaje que Putin dirigió a los diplomáticos de los países hostiles con Rusia "tenía una carga de profundidad directa y en un momento esencial". "Nadie puede obviar que el momento […] es importante, y el lugar y la ‘audiencia’ [embajadores] también. Con lo cual el mensaje debe ser comprendido en toda su esencia: momento, lugar y audiencia".
"Es un mensaje claro, bastante mesurado, porque no encontramos altibajos ni exabruptos, ni declaraciones fuera de contexto. Y también en un tono bastante diplomático, pero eso no deja ocultar que el mensaje ha sido bastante rotundo", concluye el analista.