El falso testimonio de Salomé Zourabichvili
Apenas se empezaban a conocer los resultados de las parlamentarias en Georgia y al ver que, de acuerdo a las tendencias, no tenía ninguna posibilidad de ganar, la presidenta prooccidental y otanista, Salomé Zourabichvili, dijo que no reconocía los resultados de las elecciones y llamaba a una revuelta para el día siguiente, lunes, frente al Parlamento.
Sus argumentos, por los que rechazaba su derrota, seguían el guion occidental habitual: afirmar que Rusia había interferido en las elecciones y que por eso no reconocía los resultados. Unas afirmaciones que Moscú rechazó de plano. Y la propia Zourabichvili le dio la razón Moscú.
No habían pasado ni 24 horas, que la propia Zourabichvili reconocía que no tenía pruebas de que Rusia hubiera interferido en los comicios. En una entrevista que le concedió a Reuters, cuando le preguntaron si sus comentarios sobre dicha injerencia eran una acusación directa de que Rusia había ayudado a falsificar las elecciones, a Zourabichvili se le escapó la tortuga: "No, es una acusación de que la metodología utilizada y el apoyo, muy probablemente, de tipos del FSB [Servicio Federal de Seguridad] ruso se muestran en estas elecciones. La propaganda que se utilizó antes de las elecciones... fue una duplicación directa, un copia y pegue de clips y videos rusos utilizados en el momento de la elección de [el presidente ruso Vladímir] Putin".
"No importa que no tengamos pruebas [de la injerencia de Rusia en las elecciones], EEUU tampoco las tuvo. Siempre es muy difícil de demostrar. Ningún país ha podido demostrarlo, ni siquiera EEUU, cuando Rusia y otros países europeos interfirieron en sus elecciones. Por lo tanto, no podremos demostrar más que los países que son mucho más fuertes para demostrar los ataques híbridos a los que están expuestos. Pero lo que importa no es lo que mostramos desde el exterior, sino lo que la población georgiana conoce, siente y ve", declaró la presidenta georgiana. Un final digno de la entrevista se hubiera zanjado con un no más preguntas, su señoría.
El analista político Manuel Monereo advierte que estas falsas denuncias de la presidenta de Georgia a Rusia se explican como siempre. "Lo que hay en el trasfondo de esta situación es un conflicto general entre la OTAN y la Unión Europea, por un lado, y Rusia [por el otro]. Y en el medio de ese conflicto, estas guerras híbridas muy bien articuladas, donde hay una especie de trama bien pensada, que tiene que ver, por un lado, con los grandes medios de comunicación, por otro, con los servicios secretos [occidentales] que no ocultan su participación. Y, por otro lado, tiene muchísimo que ver con una estrategia con mucha fuerza y que no oculta la Unión Europea, que es que quiere, de una u otra manera, ampliarse hacia el este geopolíticamente y van acompasando los ritmos, que unas veces son más políticos, otras veces, más político–militar, y, en medio, una estrategia bien pensada que consiste en debilitar los gobiernos democráticos que no quieren generalizar los conflictos y las guerras. Y desde ahí impulsar una campaña que tiene como objetivo fundamental impulsar una estrategia abiertamente antirrusa", concluye Monereo.