Ajedrez de geopolítica

Fundida UE anuncia 35.000 millones de euros para Kiev y creación obligatoria de reservas de munición

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció recientemente un préstamo de la UE de 35.000 millones de euros para Ucrania como parte de un plan del G7. Mientras, el primer comisario de Defensa europeo busca obligar a los países del bloque a crear reservas obligatorias de munición.
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El plan original del G7 es recaudar 50.000 millones de dólares de los futuros beneficios de los activos estatales rusos congelados ilegalmente por el Occidente colectivo, cuya mayor cantidad se encuentra en Europa. Según cálculos de los propios europeos, dichos activos rusos rinden beneficios anuales por valor de entre 2.500 y 3.000 millones de dólares, por lo cual, para recaudar la cifra de 50.000 millones, para, entre otras cosas, devolverle a EEUU los 20.000 que aportará, llevaría cerca de 20 años. Así de iluminados son.
Y es que EEUU condicionó su participación en esta hucha a garantías jurídicas de que los activos permanecerían congelados durante más tiempo. La UE, donde están inmovilizados 200.000 millones de euros (223.430 millones de dólares) de activos estatales rusos, no ha podido garantizar eso, debido a la oposición de Hungría a extender el régimen de sanciones contra Rusia. Hay que recordar que Moscú calificó el posible uso de sus activos, o de sus beneficios, como un robo que tendrá graves consecuencias para los países implicados.
Para compensar la inacción estadounidense y sortear el veto de Budapest, la Comisión trató de subir su parte del préstamo hasta 40.000 millones de euros, garantizados con cargo al presupuesto común del bloque. Pero las capitales de la UE se mostraron reacias a aceptar esa cifra y presionaron a Bruselas para que consiguiera que el Reino Unido, Canadá y Japón aumentaran su parte. Así las cosas, la cantidad final de 35.000 millones de euros supone un compromiso que permitirá a EEUU intervenir en una fecha posterior y reducir así la exposición de la UE. Otra vez, los líderes europeos cayeron en la trampa de Washington, y tan felices que se sienten.
El analista internacional Eduardo Luque entiende esta decisión de la Comisión Europea como una lucha de clases contra la ciudadanía europea, que cada día está demostrando que no quiere la guerra. "En cambio, los dirigentes europeos encabezados por la señora Ursula von der Leyen parece que intentan echar gasolina a la hoguera, en lugar de buscar cómo pacificar el problema, como llegar a un acuerdo. Von der Leyen, la única cosa que entiende es incendiar un poquito más la hoguera cada día".
Esta decisión "se da también en parte porque hay algunos políticos europeos que en este trasiego de dinero —estamos hablando de cifras importantísimas, 35.000 millones de euros— evidentemente algo se queda en las manos de unos y de otros. Eso también hay que tenerlo en cuenta a la hora de entrever qué hay detrás de todo esto. No solamente hay intereses 'patrióticos', sino intereses mucho más mezquinos a nivel personal que evidentemente en este trasiego de comisiones, estas siempre quedan en manos de unos y de otros. Esta también es una de las realidades del Parlamento Europeo", explica el analista.
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