Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) declararon que durante la noche del 21 de septiembre y la madrugada del día siguiente se lanzaron unos 150 cohetes, misiles y otros proyectiles contra su territorio. Miles de israelíes se protegieron en refugios antiaéreos, mientras se destruían viviendas cerca de Haifa, al norte del país.
En respuesta a los
ataques contra los dispositivos de comunicación libaneses, Hizbulá atacó la empresa israelí Rafael Advanced Defense Systems, una de las desarrolladoras de su sistema de defensa antiaérea Cúpula de Hierro. Hizbulá también
declaró haber atacado la base aérea israelí de Ramat David, cerca de Haifa.
En una entrevista con Sputnik, el exanalista de política de seguridad de la Oficina del Secretario de Defensa, Michael Maloof, se refirió a la creciente hostilidad entre Hizbulá e Israel.
"El desplazamiento de personas es un gran problema para el Gobierno israelí. Por eso ahora han decidido dejar de lado Gaza y empezar a extenderse hacia el norte, porque necesitan intentar reabrir esa parte septentrional. Porque tienen una población de israelíes cada vez más descontenta, muchos de los cuales dicen que no van a volver nunca. Ahora, el Gobierno israelí tiene que encontrarles sitio y nuevas ubicaciones. Tienen que pagar por ello y está drenando la economía israelí", opina el experto.
Hace una semana, el gabinete de seguridad del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, hizo de la decisión de iniciar el retorno de los residentes al norte de Israel un "objetivo de guerra oficial", informó la BBC. Alrededor de 60.000 personas fueron evacuadas de la zona debido al conflicto entre Hizbulá e Israel, cuando se acerca el primer aniversario del conflicto en la Franja de Gaza.
Durante un desfile militar celebrado el 21 de septiembre en Teherán para conmemorar la guerra entre Irán e Irak de 1980-1988, Irán presentó un nuevo misil balístico de combustible sólido bautizado como Yihad (Guerra Sagrada). El misil tiene un alcance de hasta 1.000 km y fue diseñado por la división aeroespacial del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica.
Agrega que la situación se vuelve cada vez más arriesgada. No se trata solo de un ajuste de cuentas, el conflicto se está intensificando a diario, y eso presagia algo muy grave.
En opinión de experto, el conflicto podría extenderse porque también es posible que los chiíes iraquíes, iraníes y yemeníes entren en esto.
"Ahora lo que Hizbulá está enviando son únicamente cohetes. Todavía no han puesto en marcha sus misiles de alta precisión. Y es posible que lo estén haciendo en la zona de Haifa. Tengo entendido que Haifa ha sido bastante atacada, pero todas las noticias al respecto han sido ocultadas", detalla Maloof.
El 17 de septiembre, una misteriosa cadena de atentados contra los dispositivos de comunicación de miembros de Hizbulá dejó miles de heridos en Líbano y Siria. Según el Ministerio de Sanidad libanés, los atentados causaron 37 muertos y se sospecha que son responsabilidad del Mossad, la agencia nacional de inteligencia israelí.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova,
calificó los sucesos del Líbano de monstruoso acto terrorista y de intento de desencadenar un conflicto de grandes proporciones.
Maloof prevé que se instalarán lanzadores ficticios y lo que sea, y darán la impresión en las zonas de que la gente se mueve. También indica que los buscapersonas que estallaron no eran militares de Hizbulá, sino que los civiles que traficaban con ellos.
Desde su punto de vista, la estrategia de los iraníes y de Hizbulá consiste en alargar la guerra, porque Israel no está acostumbrado a este tipo de batallas a largo plazo.