De acuerdo con el reportaje, más de 100 personas, en su mayoría inmigrantes indocumentados, han sido acusadas en una ofensiva federal contra los mercados de droga al aire libre de San Francisco desde el año pasado, según una revisión de casos y datos de la Fiscalía del Distrito Norte de California.
"Las personas procesadas en el marco del programa suelen tener que elegir entre arriesgarse a largas penas de prisión o declararse culpables, lo que les evita penas de prisión importantes y, con frecuencia, los lleva a enfrentarse a un proceso de deportación", señaló la agencia de noticias estadounidense.
De acuerdo con el medio, San Francisco se ha convertido en uno de los ejemplos más visibles de la emergencia del fentanilo en Estados Unidos, que ahora se centra en la Costa Oeste.
"Desde la frontera mexicana hasta Seattle, pasando por Canadá, las muertes por opioides sintéticos se dispararon el año pasado, mientras que se moderaron en la mayoría de las demás zonas del país", advierte el medio.
En San Francisco, las sobredosis de fentanilo mataron el año pasado a la cifra sin precedentes de 656 personas, un 43% más que en 2022, de acuerdo con datos oficiales.
Breed, que se presenta a la reelección en noviembre, dijo que las deportaciones son una corrección necesaria de las protecciones a los inmigrantes, sin dejar de mantener que la ciudad es un refugio seguro.
Una parte central de la estrategia de las autoridades de la ciudad consiste en adoptar casos de tráfico de fentanilo o metanfetamina de bajo nivel que son archivados en primer lugar por el fiscal del distrito de San Francisco, y luego ofrecer a estos acusados un acuerdo de culpabilidad que les condena a tiempo cumplido, más un solo día adicional en custodia. Ese día adicional se utiliza para entregar a la persona al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EEUU para que inicie el procedimiento de deportación.