"El régimen ucraniano, al igual que ISIS, tiene en su arsenal métodos terroristas, desde la voladura de las infraestructuras civiles y el asesinato de civiles inocentes hasta el terrorismo nuclear", declaró a Sputnik la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, al comentar la interrupción del suministro de electricidad de reserva a la central de Zaporozhie por parte de Ucrania.
Las centrales nucleares rusas de Zaporozhie y Kursk, remarcó, son blanco de "los actos terroristas criminales del régimen ucraniano".
El 23 de agosto, Ucrania cortó la electricidad de la línea de reserva que alimenta a la central nuclear de Zaporozhie por motivos que se desconocen, denunció la directora de comunicaciones de la mencionada instalación, Evguenia Yáshina.
La funcionaria indicó que los expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) fueron informados de lo ocurrido.
La planta nuclear es alimentada actualmente por la línea principal de 750 kilovatios y cuenta además con generadores diésel.
El 11 de agosto, un ataque ucraniano con drones desató un incendio en una de las torres de refrigeración de la central nuclear, comunicó el gobernador de Zaporozhie, Evgueni Bálitski.
La central pasó a manos de los rusos después de que la región de Zaporozhie se escindiera de Ucrania y se adhiriera a Rusia en septiembre de 2022, tras un referendo en el que la mayoría aplastante de la población —más del 93%— avaló esa opción.
Con seis reactores de agua presurizada VVER-1000 y una potencia total de 6.000 megavatios, la planta de Zaporozhie es la mayor de Europa. Los reactores nucleares de la infraestructura a día de hoy están apagados para minimizar posibles consecuencias de los ataques ucranianos.
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