"Eso solo muestra las grietas en la fachada de un Gobierno israelí unido, porque no existe. Hay gente allí, odio llamarla más razonable porque no creo que nadie allí lo sea, pero reconocen que no puede haber una victoria sobre esta ideología", destaca.
En sus palabras, el pueblo palestino de la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén, entre otros, "lleva décadas oprimido por los israelíes y está enfadado".
"[Los palestinos] quieren los derechos humanos básicos que les garantiza el derecho internacional. Por tanto, Israel puede matar a cuantos palestinos quiera, a menos que mate a toda la población, pero Hamás —la resistencia en cualquier caso— va a seguir existiendo y creciendo de una forma u otra", advierte Fantine.
"Lo que se necesita para derrotar a Hamás es la adhesión al derecho internacional, la retirada de los colonos ilegales de Cisjordania, el establecimiento de Palestina, al menos, en las fronteras anteriores a 1967 y la paz. La matanza de hombres, mujeres y niños inocentes en Gaza no va a derrotar a Hamás", añade el periodista.
Mientras tanto, el miembro del buró político de Hamás, Osama Hamdan, declaró que Washington ya no se considera un negociador creíble capaz de lograr un alto al fuego en la Franja de Gaza.
El representante de Hamás en el Líbano, Ahmed Abd Hadi, también señaló a Sputnik que Hamás no participaría en las negociaciones sobre el alto al fuego previstas para los días 14 y 15 de agosto a causa del asesinato de Ismaíl Haniyá.
"Los dirigentes de Hamás dijeron que el acuerdo que el presidente estadounidense, Joe Biden, presentó en mayo era aceptable para ellos; Biden aseguró entonces que era aceptado por Israel. En cuanto Hamás anunció que lo aceptaría, Israel empezó a imponer condiciones adicionales que Hamás sencillamente no iba a aceptar", aclara el investigador.
El experto constata que desde el 7 de octubre, la gente en Israel "está indignada" porque Hamás sigue reteniendo rehenes y quieren que los libere, y la mejor forma de hacerlo es un alto al fuego.
"Sin embargo, los miembros más radicales de derechas de su Gabinete [del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu] amenazan con dimitir del Gobierno si acepta un alto al fuego, lo que llevaría a la disolución del Gobierno y exigiría nuevas elecciones", continúa Fantine.
En este sentido, el experto enfatiza que Hamás hizo concesiones y llegó a compromisos.
"Hamás lo hizo. Es Israel quien sigue diciendo 'no'. Una vez que básicamente se llega a un acuerdo, Israel decide poner otras condiciones que quiere. Así que un alto al fuego no le interesa al propio Benjamín Netanyahu", subraya.
Mientras tanto, EEUU expresó su pleno apoyo a Israel y aprobó la venta al Gobierno israelí de 50 cazas polivalentes F-15IA y otros equipos relacionados por valor de 18.820 millones de dólares. En este contexto, el analista explica que "es una completa hipocresía".
"Los portavoces estadounidenses aseguran que trabajan incansablemente por un alto al fuego. EEUU proporciona el armamento que causa este genocidio, que se está utilizando en este genocidio. Por tanto, Washington podría haber puesto fin a este genocidio el primer día o en cualquier momento desde entonces, simplemente diciendo a Israel que no hay más dinero ni más armas", aclara.
Fantine recalca que a Israel le interesa fomentar más guerra en la zona, obtener más apoyo de EEUU, eliminar a cualquier rival potencial en Oriente Medio, ya sea militar o económico.
"Irán es su principal rival por influencia de poder en Oriente Medio", agrega.
Así que si Israel podría fomentar una guerra con Irán, sabiendo que Washington saldría en su defensa, "eso es lo que más le conviene a Israel como Estado paria", resume el experto.
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