Los Juegos Olímpicos de París comienzan entre crímenes, huelgas y supuestos sabotajes

Politización: Rusia, la potencia olímpica tradicional, ha sido bloqueada de los JJOO en medio del conflicto en curso en Ucrania, y Bielorrusia también fue apartada. Curiosamente, ni Kiev ni sus patrocinadores occidentales enfrentan restricciones similares. A Israel y sus aliados estadounidenses no se les ha prohibido competir a pesar de la guerra en curso en Gaza, que ha dejado más de 39.000 muertos.

Sabotaje: En vísperas, las mundialmente famosas líneas ferroviarias de alta velocidad de Francia han sido objeto de lo que las autoridades caracterizaron como una campaña de "sabotaje coordinado". El gigante ferroviario estatal SNCF informó de un "ataque masivo" el 25 de julio por la noche "destinado a paralizar la red de líneas de alta velocidad", lo que provocó desvíos y cancelaciones a gran escala. La compañía pidió a "todos los viajeros que puedan posponer" sus viajes "que no acudan a la estación". El caos paralizó varios centros de tránsito importantes, incluidas las estaciones Gare du Nord y Gare Montparnasse de París.

Escasez de alimentos: Francia puede ser conocida por su cocina de cinco estrellas, pero aparentemente no en la Villa Olímpica, donde los atletas se han quejado de la escasez de alimentos y al menos un equipo nacional ha recurrido a preparar almuerzos y llamar a su propio chef. Los atletas se han quejado tanto de la calidad como de la cantidad de comida disponible, y los equipos dicen que está muy lejos de las experiencias gastronómicas con estrellas Michelin que les prometieron.

Crimen: La atención sobre París que viene con los JJOO ha revelado involuntariamente el lado más indecoroso y sórdido de la ciudad, con atletas olímpicos, trabajadores de los medios y turistas denunciando una serie de delitos. La selección argentina de fútbol masculino denunció un robo en su campo de entrenamiento esta semana. Mientras tanto, el canal de televisión australiano Channel Nine informó que dos de sus empleados sufrieron una "grave agresión física" durante un intento de robo, logrando escapar pero "conmocionados" por el incidente. La semana pasada, una turista australiana supuestamente sufrió una espantosa violación en grupo por parte de cinco hombres "de apariencia africana".

Condiciones de insalubridad: como si todos estos problemas no fueran suficientes, en vísperas de los Juegos Olímpicos, París enfrenta otra amenaza inusual: un grupo de ciudadanos que amenazan con realizar sus necesidades fisiológicas en masa en el río Sena para llamar la atención sobre su condición insalubre. Esas son malas noticias para los atletas que se espera que se sumerjan en las aguas del río para participar en maratones de natación y triatlón. Las autoridades han gastado alrededor de 1.400 millones de euros para limpiar el agua, cuyos problemas con aguas residuales tóxicas, infestaciones de ratas y altos niveles de la bacteria E coli son un problema desde hace mucho tiempo.