"Al suministrar armas y municiones, Washington, y eso está claro para todos, se convirtió en un cómplice directo del conflicto, así como en la situación en Ucrania", destacó Lavrov en una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación en Oriente Medio.
El canciller ruso agregó que si este apoyo se suspende, el derramamiento de sangre también se detendrá, pero "EEUU no quiere o no puede hacerlo".
Además, el ministro señaló que todos deberían respetar el principio "ni una palabra sobre Palestina, sin Palestina".
"Estamos convencidos de que los palestinos son capaces de determinar de forma independiente su futuro sin interferencias externas, por mucho que alguien quiera decidir todo por ellos y en contra de su voluntad. Se trata también del futuro de Gaza como parte integral del Estado palestino", agregó.
El diplomático destacó que Rusia apoya un alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza, lo que hará posible la liberación de los rehenes israelíes. Asimismo, el canciller ruso también pidió un acceso humanitario seguro y adecuado a todos los necesitados.
Aumenta el riesgo de una confrontación entre Israel y países vecinos
Lavrov agregó que los países vecinos de Israel, incluido el Líbano, están en peligro de verse involucrados en un conflicto a gran escala con el Estado hebreo.
"Aparte de la operación militar en los territorios palestinos ocupados, otros países vecinos [de Israel] también están bajo la amenaza de verse involucrados en una confrontación a gran escala con Israel", enfatizó.
Además, resaltó el aumento diario de las tensiones en la Línea Azul, adoptada en 2006 por el Consejo de Seguridad de la ONU para poner fin a la guerra entre Israel e Hizbulá de ese año.
El canciller ruso participa estos días, el 16 y el 17 de julio, en un debate abierto sobre el tema de la cooperación multilateral en el Consejo de Seguridad de la ONU y también preside las conversaciones dedicadas a la situación en Oriente Medio, incluida la crisis palestina.
El 7 de octubre de 2023, un ataque coordinado por Hamás contra más de 20 comunidades israelíes resultó en aproximadamente 1.200 fallecidos, alrededor de 5.500 heridos y la captura de 253 rehenes, de los cuales cerca de 100 fueron posteriormente liberados en intercambios de prisioneros.
En represalia, Israel lanzó una declaración de guerra contra Hamás y emprendió una serie de bombardeos sobre Gaza, que han dejado hasta el momento más de 38.700 palestinos muertos y más de 89.300 heridos.
Rusia y otros países instan a Israel y Hamás a pactar un alto el fuego y abogan por una solución de dos Estados, aprobada por la ONU en 1947, como la única vía posible para lograr una paz duradera en la región.
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