"Reiteré al presidente italiano el interés de Brasil en concluir, cuanto antes, un acuerdo con la UE que sea equilibrado y que contribuya a desarrollar las dos regiones; explicité que el avance de las negociaciones depende de que los europeos resuelvan sus propias contradicciones internas", afirmó Lula en la declaración conjunta ante la prensa posterior a la reunión, este lunes 15 de julio.
El acuerdo UE-Mercosur se firmó en 2019 después de dos décadas de negociaciones, pero aún no se ha ratificado por las resistencias de algunos países europeos, sobre todo Francia, que temen que tenga un impacto negativo en su sector agrícola y alegan temores sobre las políticas medioambientales de los países suramericanos.
La UE, de hecho, aprobó una normativa que dificulta la importación de productos procedentes de la deforestación, algo que mandatarios como Lula consideran una especie de proteccionismo disimulado porque perjudica a los países del Mercosur, pese a sus compromisos ambientales.
En este sentido, Lula dijo ante Mattarella que la reducción de emisiones de CO₂ es una obligación, pero que "no debe hacerse con base en medidas unilaterales que van a impactar en la vida de los productores brasileños y de los consumidores italianos".
Mattarella se encuentra en Brasil en una visita oficial, la primera de un presidente italiano a Brasil en 24 años, y además de Brasilia visitará Sao Paulo (sureste), Río de Janeiro (sureste), Salvador (noreste) y el estado de Rio Grande do Sul (sur).
Este estado del sur del país alberga una importante colonia de descendientes de inmigrantes italianos y recientemente sufrió unas inundaciones históricas que dejaron 179 muertos, 33 desaparecidos y decenas de miles de desplazados.
El Gobierno italiano realizó una donación de 25 toneladas de insumos y Lula afirmó que el pueblo brasileño estará "eternamente agradecido al pueblo italiano por su generosidad".
En el ámbito económico, Lula destacó que Italia es una importante fuente de inversiones, porque las casi 1.500 empresas italianas instaladas en Brasil generan más de 150.000 empleos.
Entre las inversiones, el mandatario brasileño destacó el interés de la industria automovilística italiana, citando el caso del grupo Stellantis, que invertirá 30.000 millones de reales (más de 5.500 millones de dólares) en el sector en Brasil, siendo la mayor aportación de este tipo en toda América del Sur, según Lula.
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