La cumbre del G7 fue un evento "obsoleto, caduco y en decadencia"
03:20 GMT, 16 de junio 2024
Ricardo Perez
Corresponsal en México
El G7 celebró su cumbre en Puglia, Italia, no solo con sus liderazgos debilitados, sino que es "obsoleto, en decadencia", sin ninguna autoridad moral, entre otras cosas por su actuación respecto a la guerra en la Franja de Gaza, y es difícil que cualquier resolución de la cumbre tenga alguna incidencia, dijeron analistas consultados por Sputnik.
Lea en Sputnik"Veo muy complejo que del G7 salga algo que pueda llegar a tener incidencia", señaló Mauricio Jaramillo Jassir, doctor en Ciencia Política por la Universidad de Tolouse, Francia.
Para Jaramillo Jassir, los integrantes de grupo de los siete países más industrializados del mundo, pero sobre todo Estados Unidos, llegaron a la cumbre en el sur de Italia en un "mal momento" porque Washington "ha sido demasiado tolerante con las violaciones sistemáticas de Israel respecto de decisiones del Consejo de Seguridad, de la Corte Internacional de Justicia e incluso muy crítico de la Corte Penal Internacional".
"La doble moral respecto del tema de Gaza y de otros casos de violaciones a los derechos humanos, como Libia, Irak o Afganistán, pues habla de un de unos Estados del G7 muy debilitados, porque cuando tuvieron que reaccionar supuestamente el nombre de los derechos humanos en Afganistán, Irak, Libia, lo hicieron de manera muy rápida y ahora, en el escenario gazatí, mucho peor", dijo el también maestro en Geopolítica por la Universidad de Paris 8 y actual catedrático en la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario, en Bogotá.
En su resolución, los integrantes de G7 apoyaron un alto el fuego inmediato en Gaza, la liberación de todos los rehenes y una "vía creíble" hacia la paz que conduzca a una solución de dos Estados.
Sin embargo, para el doctor Jaramillo Jassir, es difícil que este grupo de países pueda volver a recuperar su legitimidad después de su postura ante la ofensiva militar de Israel en la Franja de Gaza, que ha cobrado la vida de más de 38.000 personas, muchas de ellas mujeres y niños.
"Indudablemente estamos transitando hacia una multipolaridad del G7. Es, si se quiere, la mejor manera que tienen los países más poderosos, de las economías más grandes, de aferrarse a ese poder y esa hegemonía que han ejercido de manera ininterrumpida desde la posguerra. Pero mi impresión es que está muy debilitada, insisto, con la guerra en Gaza, con la ofensiva israelí en Gaza. Yo no creo que pueda restablecerse la legitimidad del G7", señaló el catedrático colombiano.
Un declive muy pronunciado
El doctor Eduardo Rosales Herrera, internacionalista y académico de Relaciones Internacionales de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, de la UNAM, señala que el G7 está en un franco declive.
"La influencia y el poder del G7 francamente ha decaído, entre otras cosas, por el ascenso de otros polos de poder como evidentemente es el caso de China", indicó el experto en entrevista con Sputnik
De acuerdo con el académico, desde la crisis económica de 2008, Occidente "ya no es el mismo" y a partir de ese momento "inicia una fase de declive muy pronunciado".
"Hay que tener en cuenta que el G7 ya tiene más de 50 años de haber sido fundado y francamente, pues ya se aprecia obsoleto, caduco, ya se ve en decadencia".
Para ejemplificar, el doctor Rosales señala que, antaño, el G7 representaba cerca del 70% del PIB mundial y hoy solo poco más del 40%, lo que habla de un descenso en su importancia económica mundial.
Además, dice el académico de la UNAM, otro elemento es que el grupo llega a muchos acuerdos, pero que difícilmente los lleva a cabo, como su intención de promover las energías verdes en países en desarrollo o su intención de ampliarlo.
Asimismo, señala el internacionalista, los países del G7 no representan ni la décima parte de la población mundial y hay ahora nuevos bloques, como los BRICS, que están cobrando una "enorme relevancia" en el escenario internacional.
La agenda... y el mandato de EEUU
Una de las resoluciones aprobadas en la cumbre del G7 fue poner a disposición del gobierno de Ucrania 50.000 millones de dólares provenientes de activos de Rusia congelados en países europeos, para enviar un mensaje inequívoco al presidente ruso, Vladímir Putin.
Roi López Rivas, analista político, comentarista y activista venezolano, asegura que lo que está haciendo el G7 "es cumplir la agenda de los Estados Unidos con respecto a su política internacional y, en especial, lo que tiene que ver con el conflicto Rusia - Ucrania".
"Son los principales países aliados de los Estados Unidos en el mundo, y que obviamente cumplen sus peticiones. Peticiones o, tal vez, mandato porque, al final, uno pensaba que tal vez los países fuertes como estos eran más soberanos. Pero realmente lo que hacen es cumplir una agenda pro estadounidense, super pro estadounidense, y lo que ellos ordenen siempre lo van a cumplir", dijo López Rivas en entrevista con Sputnik.
De acuerdo con la resolución final de la cumbre italiana, Rusia debe pagar a Ucrania 486.000 millones de dólares por los daños ocasionados a este país.
Para el analista político venezolano, titular del popular programa de You Tube "Geopolítica y Mundo Multipolar", se trata de una artimaña del G7 para justificar el "inmenso robo" que han hecho a los activos rusos en Europa y en todo el mundo.
"Es un hecho sin precedentes la cantidad de dinero robado", dijo López Rivas en entrevista. "No es inédito, porque a Venezuela también se lo han hecho. Lo que es un hecho sin precedentes es la cantidad de plata que le están robando y que, obviamente, lo que están haciendo con esto es convertirlo en material militar para acabar con Ucrania", afirmó el activista.
"Zelenski dijo en un momento que iban a pelear hasta el último ucraniano y creo que lo están haciendo. O sea, lo van a lo van a cumplir: pelear hasta el último ucraniano", aseguró.
Para el doctor Rosales, de la UNAM, el tema de Ucrania fue prácticamente el único en el que los líderes del G7 se pusieron de acuerdo, pero para seguir atizando el conflicto militar.
"Esto es continuar en la lógica de la Guerra Fría y lejos de tratar de buscar el diálogo, la concertación, la negociación, nada más se le está echando más leña al fuego", señaló.
"Lo que tendría que hacer es tratar de encontrar una solución negociada que no es nada difícil, pero ellos se niegan a reconocerlo", explicó
Venezuela: doble moral
En cuanto a la petición del bloque para que se celebren elecciones "libres y justas" en Venezuela, López Rivas destacó la doble moral del grupo.
"¿Por qué si quieren elecciones libres y justas en Venezuela no dicen ni una palabra sobre la suspensión de las elecciones en Ucrania? Zelenski es un dictador en este momento, él suspendió las elecciones indefinidamente —bueno, lo prolonga cada 30 días— pero estamos en proceso de una dictadura que ha ilegalizado decenas de partidos políticos en su país y que además no va elecciones", dijo.
"Estamos hablando de un dictador que está apoyado por estas naciones que están cumpliendo la agenda de los Estados Unidos", aseguró el comentarista y activista político venezolano, quien lamentó que haya países latinoamericanos como Chile o Argentina que "quieren meterse en un conflicto extracontinental".
"Ellos quieren apoyar militarmente a Ucrania en este conflicto de la OTAN y ellos están simplemente siendo también, otra vez, peones del imperialismo norteamericano. Es lamentable".
Liderazgos debilitados y avance de la ultraderecha
Los analistas consultados por Sputnik coinciden en señalar que prácticamente todos los liderazgos de los países del G7 enfrentan graves crisis internas en sus propios países, con índices de popularidad que llegan a mínimos históricos y con elecciones en puerta en las que sus partidos políticos no cuentan con la mayoría de las preferencias electorales.
El doctor Rosales Herrera, de la UNAM, destaca el caso del canciller Olaf Scholz, de Alemania, que se presentó en la cumbre no solo con el avance de los grupos de ultraderecha en las elecciones del parlamento europeo, sino con un crecimiento económico que no alcanza ni el 1%.
También el caso del primer ministro británico Rishi Sunak, que todo indica que perderá las elecciones del próximo 4 de julio, y el del presidente francés, Emmanuel Macron, quien también sufrió un revés con el avance de la ultraderecha en el parlamento europeo y convocó a elecciones.
En tanto que el presidente de EEUU, Joe Biden, y los primeros ministros de Japón y Canadá, Fumio Kishida y Justin Trudeau, repectivamente, presentan niveles de desaprobación como no se habían visto desde el inicio de sus respectivas gestiones.
Frente al G7, surge un G2
"Estamos viendo como en Occidente, en estos países, que eran los líderes, hay un avance sustantivo de la ultraderecha. La situación se pone muy, muy complicada (…) y sí, es un deterioro muy sensible del G7", dijo el especialista de la FES Acatlán.
A decir del profesor Rosales, las sanciones impuestas a Rusia, así como las destinadas a productos chinos, lo único que están provocando es el fortalecimiento y el acercamiento entre Moscú y Pekín, que van a seguir creciendo.
"Se sigue fortaleciendo China con esta alianza con Rusia y también Rusia se fortalece con la cercanía con China. Entonces, lo único que hacen es consolidar otro G2 frente al G7. Un G2 que evidentemente cada vez cobra más relevancia, más presencia, más poder".
"Del lado de China tenemos un miembro económicamente poderoso y del lado de Rusia, pues un miembro militarmente poderoso. No hay que olvidarse que es la primera potencia mundial en términos del arsenal nuclear", señaló.
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