Prueba de esta prudencia a la hora de divisar el descenso del índice es el actuar del
Banco de México (Banxico), que en abril recortó la tasa de interés de 11,25% a 11% y, para inicios de mayo,
mantuvo el referencial en el mismo nivel.
En una charla para este medio, el profesor investigador en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), Jenner Torrez Vázquez, señala que debido a esta caída inflacionaria "permite que podamos seguir comprando la misma cantidad de bienes y servicios con nuestro salario".
Recientemente, el diario mexicano El Economista indicó que México se encuentra entre las naciones de América Latina con una mayor tendencia deflacionaria. Los otros países que siguen esta senda son Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú.
Según Cruz Cruz, la mayor parte de los ajustes a la tasa de referencia tanto en México como en otras latitudes se debió al impacto causado por la
pandemia de COVID-19, que llegó a impulsar la inflación
hasta tocar el 7,9% a tasa anual.El ciclo alcista se detuvo en la decisión de política monetaria del 18 de mayo de 2023, donde los integrantes de la Junta de Gobierno de la institución votaron
por mantener sin cambios, que ya rondaba el 11,25%. Ello se frenó el 21 de marzo de 2024, cuando el banco central mexicano
disminuyó la tasa de interés
de 11,25 a 11%, hecho que no se veía desde los primeros meses de 2021.
Asimismo, también docente en la UNAM apunta que la desinflación que se observa en México "indica que es un país próspero, con estabilidad económica, lo que invita a que se animen las inversiones".
A pesar de la senda que México seguía con la inflación en descenso, el 9 de mayo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) mexicano
presentó el resultado del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) al mes de abril.
Al interior del índice, la inflación subyacente, que está integrada por los bienes y servicios, cuya variación de sus precios responde principalmente a condiciones de mercado, subió 0,21%, ubicándose en 4,37 % a tasa anual. En tanto, la inflación no subyacente que, de acuerdo con el Inegi, se integra por bienes y servicios cuyos precios están influenciados por condiciones externas o por las regulaciones del Gobierno, tuvo un repunte de 0,18%, con lo que alcanzó el 5,54% anual.
El también docente en la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) destaca que esta es una de las causas por las que Banxico mantuvo la tasa de referencia en 11% en su decisión del 9 de mayo.
Ello fue "para evitar una reducción anticipada de la restricción monetaria, de cara a las posibles tendencias al alza de la tasa de inflación para finales del año en curso", precisa.
Aunque continúa la racha positiva de la economía mexicana aún tiene algunos desafíos por delante. Por ejemplo, el doctor en economía vislumbra las
condiciones climáticas nacionales, donde
la sequía ha sido un factor en la agenda de diversos sectores.
Esto "ha presionado negativamente los cultivos de verduras, que incide en el comportamiento de sus precios y, en consecuencia, impacta en la canasta básica y en la inflación", expone.
"Un consuelo que nos queda ante esa volatilidad es que en Estados Unidos también hay elecciones, por lo tanto, el panorama de incertidumbre es igual (...) Eso, en este momento, es un tranquilizante de los mercados financieros, que ahora están pasivos, a la expectativa" de lo que pueda ocurrir, agrega.
Tras los comicios presidenciales mexicanos, que se celebrarán el 2 de junio, Torrez Vázquez vislumbra que Banxico continúe con la misma directriz en cuanto a política monetaria.
"Adicionalmente, la nueva administración tendrá que determinar si mantiene los actuales instrumentos de política económica para asegurar la capacidad adquisitiva de los ingresos laborales, fuente principal de la gran mayoría de los mexicanos", concluye.