En efecto, luego de que el 5 de abril las fuerzas del orden entraran por la fuerza a la sede diplomática mexicana en Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glas, el caso fue llevado por el Gobierno mexicano a diversos ámbitos internacionales para denunciar la violación de Ecuador a las disposiciones de la Convención de Viena de 1963.
Además de romper relaciones bilaterales con Quito, México denunció el caso ante Naciones Unidas, la Corte Internacional de Justicia de La Haya y la Organización de Estados Americanos (OEA), que el 10 de abril aprobó una declaración de condena al episodio con el voto de 29 miembros, la abstención de El Salvador y solo Ecuador en contra.
"Esto no solo afecta a futuro, sino que ya lo hace en la actualidad: va a ser muy difícil que Ecuador negocie de aquí en más tratados comerciales, que pueda encabezar foros internacionales o que pueda ser la sede de algún tipo de foro", advirtió Carranco.
Además, el experto explicó que si bien México ya solicitó algunas medidas cautelares hacia Ecuador —como suspenderlo del ámbito de Naciones Unidas hasta que emita una disculpa o exista una reparación del daño moral—, todavía resta conocer qué sanciones definitivas pueden recaer sobre el país sudamericano.
En ese sentido, el analista especuló que entre las sanciones concretas que podría recibir Ecuador podría estar el pago de "una reparación integral" a México, algo que podría demandar un costo económico importante para el Gobierno ecuatoriano.
En un caso más "extremo", indicó Carranco, es que Ecuador podría ser sancionado con un "bloqueo parcial" que le "imponga reservas al comercio de determinados productos, el acceso de ciertos préstamos o la participación en algunos foros internacionales".
Para Carranco, una de las afectaciones más importantes ya empezará a sentirse en el ámbito comercial, ya que México cortó las relaciones comerciales con Ecuador a partir de dicho episodio.
"Esto quiere decir que se cerraron las mesas de negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con México y esto también impide las pretensiones de Ecuador de entrar a la Alianza del Pacífico", subrayó el analista.
Si bien las negociaciones se habían estancado por diferencias en relación al camarón y el banano —dos de los principales productos de exportación ecuatorianos—, Ecuador buscaba cerrar un TLC con México desde 2021, ya que la firma de un acuerdo comercial con el país norteamericano era un requisito para poder incorporarse a la Alianza del Pacífico.
Ingresar al bloque —que ya integran México, Colombia, Chile y Perú— resultaba apetecible para Ecuador desde la Administración de Lenín Moreno (2018-2022), por la posibilidad de acceder a otros mercados más importantes como Singapur, que se convirtió en Estado asociado en 2022.
"No ingresar a la Alianza del Pacífico quiere decir que Ecuador pierde la oportunidad de comerciar con todos los países de la cuenca del Pacífico frente a rivales comerciales directos como Colombia o Perú", sostuvo el analista.
Una derrota "por goleada" en la OEA
Para Carranco, la votación en la OEA en la que 29 países votaron a favor de una resolución de condena es una mala noticia para el país, aun cuando el Gobierno ecuatoriano intente suavizar su efecto.
"Ecuador acaba de perder por goleada un partido frente a un rival que ni siquiera se presentó", ilustró Carranco, en contraposición a la metáfora utilizada por el viceministro de Gobierno ecuatoriano, Esteban Torres, para quien el resultado de la votación era equiparable a "un empate".
El experto señaló que la resolución deja "vulnerable" a Ecuador debido a que el país "ya tiene 29 posiciones en contra" las siguientes instancias en las que se aborde el tema, teniendo en cuenta que "los países no pueden cambiar su postura de un día para otro".
"En todos los foros que haya de aquí en adelante vamos a esperar que estos países mantengan esta posición, además de generar una tendencia en la comunidad internacional que puede incluir a países europeos y de otras regiones", concluyó.
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