Los resultados arrojaron que
el 53% de los estadounidense apoya la construcción de un muro a lo largo de la frontera sur del país norteamericano, frente al
46% que se opone.
La extensión y edificación de una barrera fronteriza es una de las banderas políticas más utilizadas por
Donald Trump, quien pretende volver otra vez a la Casa Blanca con
un discurso abiertamente antinmigrante. Apenas el 25 de febrero pasado, el republicano se refirió como "invasión" a la llegada irregular de
migrantes a Estados Unidos y prometió que realizará
"la deportación más grande en la historia" de su nación.
La Universidad de Monmouth destaca el hecho de que, durante la Administración Trump, el apoyo al proyecto del muro no registró más del 44% y se situó tan bajo como el 35%. El respaldo se situó en el 48% la primera vez que Monmouth hizo esta pregunta (septiembre de 2015) y en el 42% la última vez que se incluyó esta cuestión en uno de los sondeos nacionales de abril de 2019.
Agrega que, en comparación con la opinión pública de hace nueve años (2015), el apoyo a la
construcción de un muro fronterizo ha aumentado 13 puntos entre los republicanos (del 73% al 86%) y 11 puntos entre los independientes (del 47% al 58%), pero ha disminuido 14 puntos entre los demócratas (del 31% al 17%).
El estudio también destaca que
la preocupación pública por la migración ilegal es mayor durante el mandato del presidente Joe Biden que bajo las dos administraciones anteriores.
Además, en consonancia con el discurso de Trump de que muchos migrantes supuestamente son delincuentes, aproximadamente 1 de cada 3 (32%) piensa que los migrantes son más propensos que otros estadounidenses a cometer delitos violentos como violaciones o asesinatos. Esto marca un aumento en esta opinión desde encuestas anteriores (21% en 2019 y 17% en 2015), indica la encuesta
Otro 24% dice que los migrantes irregulares son menos propensos a cometer tales crímenes — que es el mismo nivel que en encuestas anteriores— y el 39% dice que son igual de propensos — lo que marca un descenso en esta opinión.
Un área en la que las opiniones sobre la migración ilegal se han mantenido más estables es su impacto económico. En concreto, solo el 28% del público considera que los migrantes irregulares quitan puestos de trabajo a los ciudadanos estadounidenses. La mayoría (62%) dice que ocupan puestos de trabajo que los estadounidenses no quieren.