El único contrincante que Trump tuvo en Nevada era Ryan Binkley, un político poco conocido.
Una rival más peligrosa, la exgobernadora de Carolina del Sur y exembajadora estadounidense ante la ONU Nikki Haley, evitó esta vez competencia directa con Trump y fracasó el 6 de febrero en las primarias simbólicas de Nevada con el 32,4% de los votos, frente al 53,1% de la opción "ninguno de los candidatos".
El Partido Republicano recurre en los tribunales una ley de 2021 que estipula la transición de Nevada de los caucus a las primarias, por lo que ambas prácticas coexisten de momento, si bien solo cuenta el resultado de los caucus.
La victoria en Nevada, el primero de los territorios del oeste en celebrar el caucus y uno de los llamados estados pendulares, sin inclinación clara por uno de los principales partidos, le asegura a Trump el voto de 26 delegados en la Convención Nacional Republicana, que está programada para los días 15 y 18 de julio en Milwaukee, Wisconsin (norte).
Un total de 2.500 personas votarán en la convención. Para ganar la nominación republicana, un candidato necesita obtener los votos de 1.215 delegados. Según las previsiones, Trump podría reunir los apoyos necesarios ya en marzo.