"Detuvimos los camiones extranjeros con la mayor cortesía, porque nos apoyaron, le explicamos al conductor por qué hacemos esto. Abrimos los camiones para ver qué había dentro. Y sacamos todo lo extranjero", dijo Sylvie Meunier, representante de la Federación Departamental de Sindicatos de Productores Agrícolas (FDSEA) de Drome.
Meunier indicó que la mayor parte de la comida fue entregada a la organización benéfica Restos du coeur, el resto fue quemado.
Los manifestantes protestan contra las exigencias excepcionales presentadas para los fabricantes.
"Ya no nos ganamos la vida con lo que hacemos", agregó la interlocutora.
Según la cadena, los manifestantes sacaron toneladas de frutas españolas de los camiones durante la noche.
Desde el 18 de enero, los agricultores franceses bloquean las autopistas de todo el país. También han vertido estiércol y diversos materiales de desecho frente a edificios de prefecturas y administraciones.
Los granjeros exigen reconocer la importancia de su profesión y critican la política del Gobierno francés en la esfera de la agricultura, señalando que los hace no competitivos. Protestan, en particular, contra la importación de productos agrícolas, contra las restricciones impuestas al uso del agua necesaria para la irrigación, el aumento del costo del combustible diésel y las medidas restrictivas relacionadas con la protección de la ecología.