Además, Francia finalizará en las próximas semanas un acuerdo bilateral sobre garantías de seguridad para Ucrania, manifestó el líder francés, y agregó que anunciará su firma durante su visita al país en febrero. Previamente, Kiev y Londres firmaron un pacto bilateral similar y el primer ministro británico, Rishi Sunak, hizo público un nuevo paquete de ayuda militar a Kiev.
Macron también anunció que entregaría a Ucrania unos
40 misiles SCALP, varios centenares de bombas y
obuses Caesar,
agrega el medio. Según el mandatario, Francia aumenta su producción militar, "lo que nos permitirá suministrar mucho más material a nuestros socios ucranianos".
A su vez, los franceses criticaron esta declaración. En los comentarios al artículo, le instaron a esforzarse por lograr la paz en Ucrania en vez de avivar
el conflicto, a no provocar a Rusia y a dejar de
financiar a Kiev.
Señaló también que tal postura de París puede estar relacionada con el deseo de reafirmarse de los funcionarios franceses recientemente nombrados, el ministro de Asuntos Exteriores, Stephane Sejourne, y el primer ministro,
Gabriel Attal.
El experto militar Iván Konoválov, por su parte, señaló a Sputnik que el suministro de ayuda militar a Ucrania por parte de Francia se llevará a cabo sobre una base contractual. De acuerdo con él, esto favorecerá a los industriales franceses.
"Esto es lo que Macron debería haber mencionado en primer lugar. Ucrania tendrá que buscar dinero para comprar equipo militar francés. [Los franceses], como siempre, decidieron ganar dinero en este asunto y nadie va a apoyar gratuitamente al régimen de Kiev", explicó el experto.
Anteriormente, el coordinador de comunicaciones estratégicas de la Casa Blanca, John Kirby, aseguró una vez más que
Washington ya no tiene previsto otorgar más fondos para las tropas ucranianas. El Pentágono reconoció que
ya no puede extraer armamento de sus arsenales para enviarlo a Kiev, pues
se agotaron todos los fondos que utiliza para luego reponer el material militar.
El canciller ucraniano, a su vez,
presionó por más fondos occidentales, amenazando con que, si se queda sin armas, el Ejército ucraniano saldría a luchar con lo que tuviera en las manos.