Al contado

Final del capitalismo en EEUU, según los cisnes negros: ¿disparatado o factible?

Final del trayecto para el capitalismo en EEUU. Ese es, al menos, uno de los posibles cisnes negros, esas 'escandalosas' predicciones tradicionales que lanza el banco danés Saxo Bank previo al comienzo de cada año. "En 2024 quedará claro que la ruta sin sobresaltos está llegando a su fin, enviando al mundo a un futuro peligrosamente incierto".
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Final del trayecto

End of the road, para ser más precisos, es como se titula originalmente este conjunto de predicciones del Saxo Bank para 2024. Entre ellas, están:
Arabia Saudita, potencia económica y del fútbol;
La 'epidemia' de obesidad se descontrola;
El fracaso de la IA;
Un polémico 'Club de Roma';
Otro Kennedy en la Casa Blanca;
Un recalentado Japón se sale de la 'curva';
La UE se pone en modo 'Robin Hood'.
A cuál de todas más esperpénticas. Como de costumbre.
Pero, sin lugar a dudas, la predicción que se lleva los laureles, y que conecta directamente con el título de estos cisnes negros, es decir, Final del trayecto, es la que habla de "el fin del capitalismo en EEUU".
Una situación que tendría lugar antes de las elecciones presidenciales.

"Debido a las persistentes presiones inflacionistas y a la repatriación de capitales por parte de los inversores extranjeros, la demanda de bonos del Tesoro sigue siendo escasa, lo que provoca un repunte de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense. En un intento desesperado por normalizar los costos de endeudamiento, el Gobierno estadounidense hace que los ingresos procedentes de los bonos del Estado estén exentos de impuestos", reza el dosier.

Así, la atención se centra en el mercado de valores, donde los Siete Magníficos (Apple, Alphabet, Google, Microsoft, Amazon, Meta, Tesla y Nvidia) se convierten en doce, gracias a los programas de apoyo gubernamental dirigidos a bancos y propietarios de viviendas. Se unen al club Eli Lilly, Novo Nordisk, JPMorgan Chase, LVMH y ASML. A medida que los Doce Titanes multiplican sus valoraciones en unos pocos meses, aumenta la desigualdad entre inversores y no inversores.
"Este dramático movimiento marca el fin del capitalismo. El Gobierno toma medidas drásticas para que se produzca un trasvase de dinero desde las empresas privadas al público general. Al mismo tiempo, la compra y tenencia de los activos de más riesgo [las acciones] se vuelve más peligrosa y compleja. Pero contra todo pronóstico, los Doce Titanes consolidan su dominio del mercado, ya que se benefician de un menor costo de financiación a largo plazo, mientras que el resto del mercado de valores colapsa. A pesar del fracaso del gobierno para resolver la desigualdad, los menores costos de endeudamiento ponen fin al malestar social. Entonces da comienzo, es un largo período de nacionalización e intervención gubernamental en sectores críticos que luchan por atraer capital", aventuran los economistas de Saxo Bank.
"Esa expresión de 'fin del capitalismo' parece muy radical, pero que, sin embargo, entronca bastante, también desde una perspectiva radical, en lo que durante los últimos años han sido estimaciones procedentes de ámbitos de grandes corporaciones, o de las grandes consultoras, en el sentido de que el modelo económico vigente en el mundo y en Occidente durante los últimos 40 o 50 años, está agotado", explica el presidente de la Consultora Ekai Center, Adrián Zelaia, al indicar que, desde el ámbito crítico, se le llama 'modelo neoliberal', que fue puesto en marcha fundamentalmente a partir de la crisis de la década de 1980.
Pero el cambio radical en la crítica al modelo neoliberal, explica Zelaia, se produce en el año 2020 cuando esto se empieza a plantear desde las grandes multinacionales. El primero que lo plantea de forma masiva es el Foro Económico Mundial, organizador del Foro de Davos, que incorpora a mil multinacionales, algo que es muy representativo de la forma de pensar de las grandes multinacionales.
"Este foro, a cuenta de la pandemia del Covid, por un lado, reconocía que el modelo neoliberal estaba acabado, que había que poner un nuevo modelo económico en marcha, que lógicamente ellos definían como un modelo cuyas características se definían de acuerdo con los intereses de las multinacionales, y que ellos han llamado 'capitalismo de partes interesadas', también 'capitalismo inclusivo', y que los críticos han llamado 'capitalismo corporativo', 'corporativismo', o incluso 'feudalismo corporativo' o 'tecnofeudalismo', que fue una expresión que utilizó [el exministro de Finanzas de Grecia Yanis] Varoufakis. Es un tema interesante, porque esto de alguna manera ya ponía en cuestión de forma global, la supervivencia, no tanto del capitalismo en principio, sino del modelo neoliberal", observa Adrián Zelaia.
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