Decenas de movimientos sociales se movilizaron a la Plaza de Mayo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para conmemorar un nuevo aniversario de la
brutal represión policial acontecida el 20 de diciembre de 2001, que dejó un saldo de 39 fallecidos y cientos de heridos, en el
contexto de la grave crisis económica, social y política que vivía el país.
Sin embargo, la
protesta de este miércoles 20 de diciembre estuvo teñida de consignas abiertamente opositoras al
programa económico de ajuste impulsado por el recién asumido
Gobierno de Javier Milei.Para contener la convocatoria, el oficialismo estrenó
el Protocolo de Orden Público anunciado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, destinado a limitar y sancionar la movilización en las calles. Desde primeras horas de la mañana se registraron inspecciones efectuadas por la Policía en el transporte público, durante las que se obligó a los pasajeros sospechosos de sumarse a la marcha a abandonar los autobuses.
"El 20 de diciembre nos encuentra nuevamente defendiendo el derecho a la protesta contra un Gobierno que quiere descargar la crisis en el pueblo trabajador", dijo a Sputnik el diputado nacional
Alejandro Vilca, del Frente de Izquierda (FIT), también excandidato a gobernador de la provincia de Jujuy (norte).
El operativo contó con la participación de fuerzas federales, como la Gendarmería, además de efectivos de la Policía bonairense. En conjunto, los uniformados fueron delimitando el paso a los manifestantes para que no cortaran toda la calle, sino que transitaran mayoritariamente sobre las veredas.
Sin embargo, los asistentes registraron episodios de tensión con los efectivos. Consultado por Sputnik, el diputado nacional Nicolás del Caño —excandidato a presidente por el FIT— denunció que "vinieron a golpearnos, pero aquí estamos reclamando contra el ajuste que pagan los de abajo. Hay que exigir a las centrales sindicales un plan de lucha para que inmediatamente aumente el salario de los trabajadores".
Si bien la mayor parte del movimiento gremial se abstuvo de participar en la movilización, uno de los organismos presentes fue el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA).
En diálogo con Sputnik, el secretario general del mismo, Alejandro Crespo, destacó que "nos moviliza el ajuste brutal contra la clase trabajadora, porque están buscando
quebrar la moral obrera".
Tras la movilización, la ministra Bullrich habló en conferencia de prensa junto con autoridades de la Policía Federal Argentina. Y
aseguró que
el protocolo de seguridad fue efectivo y que, debido a su aplicación, hubo una presencia de manifestantes menor a la habitual en este tipo de eventos.
"Es evidente que la mayoría de la gente decidió no concurrir hoy a la marcha o al corte de calles que estaba previsto, porque la media que hemos tenido en general en este tipo de piquetes es una media de entre 20.000 y 50.000 personas. Hoy el número ha sido totalmente reducido", dijo Bullrich.
Asimismo, destacó que hubo una "actuación correcta" de las fuerzas policiales para llevar a cabo los protocolos "con el mínimo uso de la fuerza. Tanto es así que el único herido es un miembro de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, no hubo civiles heridos".