Según los medios locales, la expulsión es el castigo más severo para un legislador de la Cámara y se trata de una situación extraordinaria, toda vez que requiere una mayoría de dos tercios de los votos para ser aprobada.
Con 311 votos a favor de su salida, 114 en contra y 2 abstenciones, Santos se convirtió en el primer miembro del Congreso expulsado desde la Guerra Civil estadounidense que no ha sido acusado de un delito grave.
Si bien, en mayo de este año,
Santos fue detenido por los cargos de presunta malversación, fraude, lavado de dinero y falso testimonio ante la Cámara de Representantes, hasta la fecha no ha sido condenado.
No obstante, el 16 de noviembre, la Comisión de Ética del Congreso presentó una investigación en la que concluyó que el representante "buscó explotar fraudulentamente todos los aspectos de su candidatura a la Cámara para su beneficio personal".
Así, el documento detalla la "constante serie de mentiras", tergiversaciones y gastos fraudulentos del republicano.
Y concluye: "No se ha descubierto que ninguna parte de esa historia de fondo sea cierta".
Asimismo, la investigación aporta evidencia amplia de que el republicano utilizó fondos de campaña para su uso personal, por ejemplo, en vuelos, hoteles, Uber y comidas que no están relacionadas de ninguna manera con la campaña. Además, supuestamente despilfarró millones de dólares de donantes en botox, marcas de lujo y páginas de contenido sexual.
Al respecto del escándalo, el internacionalista y experto en la relación México-EEUU, Daniel Garay Saldaña, dijo a Sputnik que se trata de una situación sin precedentes que afectará al Congreso y al Partido Republicano de diversas maneras, especialmente porque Nueva York es un estado que se disputa con el Partido Demócrata.
"A pesar de que el propio Partido Republicano votó, y en una cantidad bastante numerosa, a favor de su expulsión, sí se va a ver afectado, porque, efectivamente, incluyó en sus filas a este personaje tan polémico", relató.
Para el estudioso de la relación bilateral, así, es altamente probable que el escaño de Santos sea ganado por un demócrata, lo que, en lo inmediato, representa una pérdida para los republicanos. Mientras que, a mediano plazo, podría representar que
el partido del presidente Joe Biden tome el control de la megaurbe.
Al mismo tiempo, la cercanía de Santos con el expresidente Donald Trump, que aspira a regresar a la Casa Blanca, podría afectar la imagen del magnate de cara a las elecciones de 2024 en el país norteamericano.
"Esto sí va a tener un efecto en esa parte de la imagen del propio expresidente Trump y lo van a aprovechar los demócratas, [ellos] no van a desaprovechar la oportunidad de difundir justamente el tipo de personajes que se encuentran dentro del Partido Republicano", señaló Garay Saldaña.