Más de 70 militares heridos es la consecuencia directa de una clara falta de voluntad política en Washington, donde la Administración Biden no sigue una ruta clara sobre qué intereses geopolíticos deben perseguirse y cuáles no, observa Dan Caldwell, quien también es vicepresidente del Center for Renewing America.
"Mantener a las tropas estadounidenses en Irak y Siria sin una misión militar clara no hace a Estados Unidos más seguro, sino que, por el contrario, lo expone a una pérdida catastrófica de vidas estadounidenses que podría escalar a una guerra mayor. Que muchos de nuestros responsables políticos parezcan decididos a mantener esta política es una vergüenza nacional", advierte el veterano de la guerra de Irak en un artículo publicado en The American Conservative.
Y es que ya hace un tiempo que Estados Unidos no define objetivos claros para los más de 3.500 soldados norteamericanos que operan en Oriente Medio, región que actualmente enfrenta inestabilidad debido a la escalada del conflicto entre Israel y Palestina, y que amenaza con extenderse a otras naciones.
"Las tropas estadounidenses están arriesgando la vida y la integridad física sin necesidad debido a la parálisis política y a la falta de coraje político", acusa el exmarine.
Según él, las bases militares estadounidenses repartidas en países como Siria o Irak solo cuentan con "un puñado de personal" y a menudo dependen de socios locales poco fiables para garantizar su protección.
Eso es algo que ya había denunciado otro experto en temas militares, Stephen Bryen, quien aseguró hace algunas semanas que dichas bases tienen defensas muy vulnerables. "¿Permitiremos que nuestras tropas estén continuamente en peligro?", cuestionó el exfuncionario del Pentágono.
De acuerdo con Caldwell, las bases de Estados Unidos son "objetivos fáciles para las milicias iraníes".
"La misión oficial del Ejército estadounidense en Irak y Siria es la vagamente definida 'derrota duradera' del Estado Islámico* de Irak y Siria. Sin embargo, el califato territorial del ISIS* fue destruido hace casi cinco años", recuerda el analista.
Por ello, afirma que la retirada sería el mejor camino para Washington si en verdad ya no quiere seguir arriesgando la vida de sus soldados.
"Al retirarse de Irak y Siria, Estados Unidos ya no tendría que preocuparse por las represalias contra tropas estadounidenses vulnerables debido a su apoyo a Israel en su guerra contra Hamás. No hay nada que salvar del naufragio de las políticas fallidas de Estados Unidos hacia Irak y Siria, manteniendo tropas estadounidenses en ambos países", concluye.
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