"A largo plazo se prevé que la demanda mundial de petróleo crezca en 16,4 millones de barriles diarios entre 2022 y 2045, pasando de 99,6 millones de barriles en 2022 a 116 millones en 2045", señaló el organismo.
Según la entidad, en 2028 la demanda de crudo en el mundo aumentará a 110,2 millones de b/d, 10,6 millones más que en 2022.
De acuerdo con las proyecciones de la OPEP, en 2028 la demanda crecerá de forma leve en unos 500.000 b/d en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), ente que integran 38 naciones, la mayoría de Europa, así como EEUU, Canadá, México, Colombia, Costa Rica y Chile.
En tanto, en los Estados fuera de ese bloque el aumento de la demanda será más significativo con 10,1 millones de b/d hasta 63,7 millones.
En el periodo hasta 2045, la demanda fuera de la OCDE se expandirá en unos 26 millones de b/d, mientras que en la OCDE se contraerá en 9,3 millones de b/d.
Según las previsiones de la OPEP, entre los países no OCDE el mayor crecimiento del consumo de petróleo en 2045 se registrará en la India con 6,6 millones de b/d, hasta alcanzar los 11,7 millones, mientras que en China la demanda subirá 4,4 millones de b/d, hasta 18,8 millones.
Las áreas del mayor incremento del consumo en 2045 serán los automóviles con 4,6 millones de b/d, el sector petroquímico (4,3 millones) y el transporte aéreo (4,1 millones).
Aumento de la producción petrolera a 46,1 millones de b/d
La OPEP estima que la producción del crudo en los países del organismo alcance 46,1 millones de barriles diarios (b/d) para 2045, según el informe.
"La producción de hidrocarburos líquidos de la OPEP seguirá aumentando hasta llegar a 46,1 millones de b/d en 2045", señala el documento.
Eso significa que la participación de la OPEP en la extracción mundial de petróleo crecerá del 34% en 2022 al 40% para 2045, sostienen los autores del informe.
También se pronostica que la producción de hidrocarburos líquidos de la OPEP ascenderá a 37,7 millones de b/d para 2028 a medida que la demanda continúe recuperándose de los efectos de la pandemia del coronavirus.
Caída de la demanda de carbón
El carbón será el único combustible fósil que disminuirá en la matriz energética mundial en 2045, al pasar al 15,1% desde el 26,1% en 2022, según el informe anual.
"La cuota del carbón en la balanza energética mundial se reducirá del 26,1% en 2022 a casi el 15% en 2045", apuntó la organización.
El carbón será el único combustible que se reducirá y la demanda bajará de 76 millones de barriles equivalentes de petróleo por día en 2022 a 54,4 millones en 2045, indica el informe.
La OPEP atribuye la caída del carbón en el mix energético a las políticas referentes al sector y los compromisos climáticos, así como a un mayor acceso a alternativas como el gas natural, la energía nuclear y las fuentes renovables.
De acuerdo con las proyecciones del organismo, el petróleo seguirá siendo el combustible con mayor cuota en la matriz energética, aunque se contraerá del 31,2% en 2022 al 29,5% en 2045.
En el periodo mencionado, el gas aumentará del 23,1% al 24,2%; la energía nuclear del 5,2% al 6,6%; el biocombustible del 9,1% al 9,8%; las fuentes renovables del 2,7% al 11,7%, entre otros.
Inversiones necesarias en sector petrolero
La OPEP calcula que el sector petrolero requerirá inversiones por 14 billones de dólares hasta 2045 para garantizar la estabilidad de los mercados y los suministros, según el informe anual del organismo publicado este lunes.
"Las inversiones necesarias a largo plazo para la industria petrolera se evalúan en 14 billones de dólares o una media de 610.000 millones de dólares anuales", resaltó el organismo.
La OPEP precisó que la mayor parte de esas inyecciones de capital, 11,1 billones de dólares, la requerirá el sector de la exploración, descubrimiento y producción, mientras que el transporte y la distribución necesitarán 1,7 y 1,2 billones, respectivamente.
El ente indicó que esas inversiones jugarán un papel enorme para facilitar la estabilidad de los mercados petroleros y los despachos del combustible fósil.
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Al mismo tiempo, el organismo advirtió que los llamamientos a reducir las inversiones aumentan el riesgo de déficit de la oferta y la volatilidad de los precios.
"Incluso si las inversiones en la prospección y la producción crecen este año en un 13%, hasta 360.000 millones de dólares, esto solo regresará los gastos de capital al nivel que existían antes de la pandemia" del COVID-19, remarcó.
La OPEP proyecta que América del Norte necesitará el 65% de las inversiones para el aumento de la producción a medio plazo y los costos relativamente elevados de la extracción del 'oro negro' de los yacimientos canadienses de esquisto y de los campos petrolíferos estadounidenses en aguas profundas.
Con el tiempo, indicó, las inversiones en esta región disminuirán porque crecerá la importancia de los yacimientos de petróleo en otros países.
En cuanto a los países miembros de la OPEP, la organización estimó que las inversiones deberán multiplicarse por cuatro: de 35.000 millones de dólares anuales en 2022 a 136.000 millones en 2045.
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