Según reporta el portal G1, ocho de los 11 jueces del STF votaron a favor de la condena de Costa Pereira por cinco delitos, entre ellos golpe de Estado y asociación criminal.
La sentencia incluye también una multa y el pago de una indemnización por daños morales colectivos.
El juez relator, Alexandre de Moraes, sugirió una pena de 17 años de prisión para Costa Pereira, en el primer día de juicio contra los acusados de los hechos ocurridos ocho días después de la investidura de Luiz Inácio Lula da Silva.
Según De Moraes, el acusado, residente del municipio paulista de Diadema, llegó a Brasilia en autobús para participar en la manifestación convocada para esa fecha y fue detenido en el interior del Pleno del Senado Federal.
El ministro dijo que, durante el interrogatorio, Costa Pereira declaró que ya había estado asistiendo al Comando Militar del Sudeste, en Sao Paulo, con un grupo llamado "Patriotas", que pedía la intervención militar y organizó su llegada a Brasilia en enero, consigna la página web del STF.
El acusado admitió haber entrado en el Pleno del Senado Federal y haber viajado a la capital para pedir la intervención militar y derrocar al Gobierno elegido en octubre de 2022.
De Moraes también señaló que el acusado produjo y publicó vídeos en las redes sociales en los cuales celebraba la invasión a los poderes del Estado y alentaba actos golpistas, depredaciones y vandalismo.
De momento, el STF inició un juicio contra cuatro personas, a las que la Fiscalía acusó de los siguientes delitos: asociación criminal armada, abolición violenta del Estado Democrático de Derecho, golpe de Estado, daño cualificado por violencia y grave amenaza contra el patrimonio protegido.
Los primeros cuatro acusados fueron detenidos tras participar en actos de vandalismo dentro del Congreso Nacional y del Palacio del Planalto, la sede del Gobierno brasileño.
En total, la Fiscalía brasileña presentó 1.390 denuncias contra personas acusadas de participar en el intento golpist
El 8 de enero de este 2023, partidarios del expresidente Jair Bolsonaro invadieron el Palacio de Planalto, sede del Gobierno, y el Congreso Nacional en la ciudad de Brasilia en protesta contra la elección de Lula da Silva, quien había acabado de tomar posesión una semana antes.
Los manifestantes rompieron los cordones de seguridad y confrontaron a la Policía en la Esplanada dos Ministerios, que trató de dispersar a la multitud con gas pimienta.
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