"Se espera que Rusia coseche 85 millones de toneladas de trigo (...) El año pasado [2022] la cifra fue de 95 millones de toneladas, con 20 millones restantes en las reservas. Este año, Rusia podría exportar unos 47 millones de toneladas, lo que la convertiría en el mayor proveedor mundial", agregó el analista.
"Con unos costos de producción de 50 dólares la tonelada, superiores a los del trigo ruso, Francia no puede competir con ellos (...) Hemos perdido canales económicos de comercialización, pero sobre todo hemos perdido influencia diplomática. Hemos cedido nuestros compradores habituales a Rusia, nadie tiene en cuenta esta situación, y es una tragedia", admitió con tristeza Portier.
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